Gafado con las lesiones

El de Digard es un calvario con antecedentes

Son ya cinco lesiones (y una recaída) desde que aterrizó en el Betis, aunque se trata de un problema que ha acompañado al mediocentro francés durante toda su carrera. En Heliópolis, con todo, confían aún en su apuesta

El de Digard es un calvario con antecedentes
No está teniendo suerte precisamente el galo en Sevilla, aunque no es nada nuevo para él. - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales4 min lectura
La confirmación del fichaje de Didier Digard por el Betis el pasado verano, un refuerzo que llegó a coste cero, contó con el respaldo no sólo de la dirección deportiva y del cuerpo técnico, que entendían que la llegada del francés era una apuesta importante para conseguir un salto de calidad en la plantilla. También lo hizo con el de la afición. A nadie pareció importarle que la suya fuese una incorporación de alto riesgo, pues se valoró la calidad, el carácter y la experiencia por encima de su historial clínico.
Sin embargo, la realidad hizo pronto acto de presencia, y Digard empezó a encadenar lesión tras lesión, hasta cinco de diferente consideración en cuatro meses, que tan sólo le han permitido jugar 226 minutos, repartidos en cinco encuentros -ni siquiera completó el del Atlético de Madrid, pues se retiró en el 81 con molestias, dejando al equipo con diez por haberse hecho ya los tres cambios-.

Nada más llegar, sufrió una fractura en el codo, que alteró su preparación física durante la pretemporada. Tras la visita al Bernabéu, una rotura fibrilar en uno de sus gemelos le obligó a parar de nuevo. Cuando se estaba recuperando, recayó y no pudo reaparecer en una lista de convocados hasta la visita del Espanyol a mediados de octubre. Menos de un mes después, tras la visita a La Rosaleda, el centrocampista sufrió un nuevo contratiempo, pero esta vez en el cuádriceps de la pierna derecha. Ahora, es el femoral izquierdo el que se ha roto, y el que le va a obligar a estar parado entre cuatro y cinco semanas.

Sin duda, podría pensarse que el ex del Niza está gafado y que la suerte le ha abandonado este curso, pero, si echamos la vista atrás, a temporadas pasadas, lo cierto es que nos encontramos con un largo historial médico con el que alimentar su fama de jugador propenso a las lesiones. Desde que en febrero de 2009 sufriese la lesión más importante de su carrera, siendo jugador del Middlesbrough, y que le mantuvo lejos de los terrenos de juego tres meses, el de Gisors no sabe lo que es vivir una temporada tranquila. Su primera temporada completa en el Niza (11/12), estuvo fuera cuatro encuentros por un problema en el aductor. Al año siguiente completó quizás su temporada más regular, en la que apenas estuvo fuera dos encuentros. Sin embargo, en febrero de 2014 padeció una rotura fibrilar, que le dejó K.O. 40 días. Mucho peor fue la pasada temporada, en la que por culpa de dos problemas musculares estuvo hasta dos meses inactivo.

Con todo, en el Betis confían plenamente en el futbolista, que ha demostrado en los escasos minutos de los que ha dispuesto que puede aportar muchas cosas. Con casi total seguridad, no será hasta después de Navidades cuando Digard puede volver a los entrenamientos con el grupo, pero Mel le esperará con los brazos abiertos.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram