Adán, N´Diaye, Pabón o Paulao, ejemplos de acierto a mitad de curso; fiascos también hubo, claro

Excepciones a la regla invernal

Excepciones a la regla invernal
La última en verdiblanco responde al nombre de Leo Baptistao, que, entre primas, comisiones y sueldo, costó al Betis más de dos millones de euros. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
Es habitual que técnicos y dirigentes echen pestes del mercado invernal. Y no les faltan ejemplos para argumentar su desconfianza, porque la ventana de enero suele ser cara y arriesgada. Porque, generalmente, los clubes se han gastado la totalidad de su partida presupuestaria en verano, por lo que acuden con lo puesto o se ven obligados, ahora que la LFP constriñe sus movimientos en este apartado, a realizar encaje de bolillos con las cuentas para rascar unos miles de euros. Con esos mimbres, poderosos aparte, las cesiones son legión a mitad de temporada para ahorrar costes, generalmente de futbolistas extranjeros que sacrifican unos euros por tener su primera experiencia en España o por otros que, aun estando aquí, apenas han gozado de minutos en sus equipos por las lesiones o por capricho del entrenador de turno.

En estos casos, el rendimiento inmediato que busca quien acude a este mercado de principios de año resulta muy complicado, pues el periodo de adaptación que suelen precisar estos ‘excedentes de cupo’ es generalmente largo.

No obstante, el Betis, que se plantea dar entre cuatro y seis salidas en las próximas semanas para incorporar en enero un extremo zurdo y, posiblemente, otro atacante más, puede presumir de un tino especial en esta fase tan crucial. Honrosas excepciones a una regla que está llena, tanto en ésta como en otras latitudes, de experiencias ingratas. La última en verdiblanco responde al nombre de Leo Baptistao, que, entre primas, comisiones y sueldo, costó al Betis más de dos millones de euros, aportando poquísimo a un conjunto que se hundía ya en los albores de 2014. Sin embargo, y aunque tampoco pudieron evitar el descenso a Segunda más vergonzoso de su reciente historia, en aquel periodo invernal llegaron también Adán y N’Diaye, que cambiaron la cara al bloque y labraron su continuidad. Ambos son ahora indiscutibles, recientemente renovado el portero hasta 2019 y comprado por cinco campañas el verano siguiente el mediocentro.

No constituyen una raya en el agua el mejoreño y el parisino, puesto que otros como Dorlan Pabón o Paulao generaron un consenso absoluto sobre el acierto que supuso su contratación, pese a que el brasileño acabó desinflándose para, una vez fichado en propiedad, salir por la puerta de atrás. Con el colombiano, en pleno ecuador de la 12/13, llegaría también Molins, casi inédito por las lesiones. Con el central, Agra, que nunca superó las expectativas creadas.

Antes, Lopera había acostumbrado al beticismo a los retoques invernales, con mayor éxito cuando se rascaba el bolsillo (Oliveira, Filipescu...) que cuando se decantaba por experimentos (Ikpeba, Pancrate...).
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram