"En el Betis veo gente joven, con ganas de aportar al club"

Mel: "Volví porque era el Betis"

Mel: "Volví porque era el Betis"
"A 2016 le pido que el 16 de mayo el Betis esté en Primera". - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales17 min lectura
Pepe Mel siempre tiene mucho que decir. Después de la sonada primera parte de su entrevista con ESTADIO, el técnico desgrana ahora otros asuntos de segunda etapa en el Betis.

- ¿Qué diferencias encuentra entre los aficionados que dejó cuando fue destituido y los de ahora?
-Te voy a responder de dos formas, en dos vertientes. Con respecto al equipo, con respecto a la situación, sí veo que la gente está un poco harta de los bandazos que da el club. Esos bandazos se reflejan en lo deportivo. Un poco harta en el sentido de que quieren una estabilidad, quieren un equipo estable y que se cumpla esa frase tan antigua de que cuando el Betis sea capaz de igualar su fuerza social con la institucional y deportiva será un club muy, muy importante. De momento, por la situación que atraviesa el equipo, está siendo un poco difícil. Pero, sí que es cierto que antes de hacerme cargo del Betis, viví los partidos desde la grada y vi una situación un poco enconada. La gente estaba demasiado tensa. Eso respecto al equipo. Y respecto a mi persona, cuando uno ocupa un cargo de responsabilidad, en los cargos se toman decisiones, va pasando el tiempo y se desgastan. Pero, yo creo que el cariño de la afición hacia mí lo noto, yo siempre he creído que como entrenador es difícil contentar a todo el mundo, es difícil que todo el mundo te apoye, ni aficionados, ni prensa€

- Y, en el club, ¿qué diferencias encontró?
- Cuando empecé, lo hice con la misma ilusión que ahora. Poco a poco, las cosas fueron empeorando hasta el punto de que el equipo acabó en Segunda división y esa es la peor hecatombe que le puede pasar a un equipo como el Betis. Pero se trabajó con la misma ilusión que ahora, con gente queriendo hacer las cosas bien. No tengo reproches. ¿Qué veo ahora? Gente con mucha ilusión, gente joven, gente que quiere aportar, veo a un presidente que me trasmite serenidad, saber estar y que en cada momento tiene la palabra que necesitas oír, tiene un don para llevar hacia adelante situaciones difíciles y con esa estabilidad yo lo que espero es que el Betis en lo económico sea capaz de sacar la cabeza. Estamos en una profesión que sin dejar de ser un espectáculo va muy unida al dinero. Compites con otras sociedades mucho más potentes que tú.

- ¿Esa estabilidad de la que habla, la echó en falta en el consejo que le destituyó?
- Yo soy de la opinión de que cuando un club decide destituir a un entrenador es sinceramente porque cree que es la mejor solución. Pienso que no se hace por capricho o porque vayan unido a una serie de cosas malas. Ellos tomaron una decisión pensando en el Betis, y no tengo nada que reprocharles, porque estoy seguro de que Bosch, Guillén, Casas€ todos pensaron en el Betis y en el bien del Betis.

- ¿Cree que el conocido como ´entorno´ tuvo algo que ver?
-Te voy a ser sincero, este no sé si es mi décimo año en el Betis. Son muchos años. He oído hablar muchísimas veces del famoso entorno y entiendo muy bien a lo que se refiere, pero es que sinceramente, ¿qué le he hecho yo al entorno para que, como dice la gente, tenga tanto encono hacia mí?

- Quizás porque ha sido una persona incómoda€
- Eso puede ser en el pasado. Ahora la gente me ve como un entrenador honesto, que intenta ser honrado. Los entrenadores, según firmamos por un equipo, ése mismo día ya estamos más cerca de la destitución. Porque es así. Los entrenadores estamos de paso, lo que importa es la afición, los símbolos, e, incluso, para mí es mucho más importante gente como Gordillo, Cardeñosa, Esnaola€ Son mitos vivientes, esa gente permanece, y ojalá a mí la gente me recuerde con el mismo cariño en el futuro. Pero, sinceramente, desde que entré lo único que quise es hacer bien mi trabajo y no entiendo el porqué de todo esto. Porque ninguna de las decisiones que yo tomo va en contra de nadie, van a favor del Betis.

- En aquella época, hubo una división clara entre dirección deportiva y parcela técnica, germen de muchas cosas.
- Bosch decidió que las cosas que concernían a la dirección deportiva, concernían sólo a la dirección deportiva, y que nosotros no participábamos en absolutamente nada. Era una forma de trabajar, de entender las cosas, y nosotros lo aceptamos. Ahora intentamos estar más unidos y es más sencillo. Las cosas que son buenas para un entrenador no tienen por qué ser buenas para un club y al revés. El entrenador es el que pone a los futbolistas y tiene que estar cómodo con los futbolistas que le traigan, pero un entrenador es efímero. A un entrenador le puede gustar mucho un jugador, pero cuando el entrenador deja de estar ese jugador puede que no le guste al siguiente, y eso es un problema. Por eso creo que cuando las cosas se consensúan son más coherentes. Dicho esto, vivimos en una situación muy parecida a aquella. En el mundo del fútbol lo que manda es la capacidad económica, entonces nosotros tenemos un mercado muy limitado.

- Volviendo al momento en el que regresó al Betis, ¿qué miedos tuvo?
- Voy a decir algo que al famoso entorno no le gusta nada escuchar. Yo no tenía absolutamente nada que ganar volviendo al Betis. Absolutamente nada. Se me critica por decir eso, pero había mucha gente que esperaba que me fueran mal las cosas. Bueno, yo volví porque era el Betis. Yo no hubiese vuelto a ningún otro equipo. Porque le guste o no al entorno, yo venía de la Premier League. Y podría haber esperado. Yo tuve tres reuniones, una la sabe todo el mundo, las otras dos permíteme que no las diga, con presidentes de equipos de Primera división, y no hubiese tenido más que esperar. En ese momento se cruzó el Betis. Tomé una decisión muy arriesgada. Pero salió bien. Aquí estamos, y miro al futuro cercano, que es el siguiente partido. No quiero pensar más allá, porque, como he dicho antes, los entrenadores tienen fecha de caducidad, y la caducidad se la pone uno mismo o te la ponen.

- ¿Qué le pide al 2016?
- Que el 16 de mayo el Betis haya hecho una liga muy, muy digna porque me juego muchas cosas. Mi credibilidad. Que el 16 de mayo, el Betis esté en Primera división.

- ¿Entre esos deseos no está ganar los dos próximos derbis?
- Eso es otra historia. La verdad es que sinceramente pienso que la distancia entre los dos equipos a nivel económico es abismal. Eso no me lo invento yo, son números. La diferencia entre la salud económica de un club y otro es tremenda. El presupuesto que se puede permitir un club y otro para fichar jugadores es abismal. Pero, dentro de eso, nosotros pensamos que el Betis está capacitado para enfrentarse a cualquier club y esa es la mentalidad que le trasmitimos a los jugadores.

- Con intensidad, el Betis fue capaz de proclamarse vencedor moral en el duelo de Liga. En Copa hará falta algo más.
- Es obvio. Cuando uno juega un partido de fútbol, siempre es importante la intensidad, pero también el trato con el balón, y las ideas. Son 180 minutos y dan para muchas cosas.

- ¿Se prepara igual un partido de Liga que el de Copa?
- No puede ser igual nunca. Hemos tenido un problema. Sabemos lo que significa un Sevilla-Betis y un Betis-Sevilla para el aficionado bético. Bueno, y para el sevillista también. No hay mucha diferencia. Entonces, el problema es que con cualquier otro rival, el aficionado entiende que nosotros tenemos un objetivo muy claro y tenemos que centrarnos en el día a día. No sé si lo mantendré igual siendo el Sevilla. Necesito de todos los jugadores, que entrenen bien, que estén ansiosos por jugar. Y, después, tendremos que tomar una decisión muy difícil, porque tenemos dos partidos muy complicados, en los que no sólo nos va el pase a una eliminatoria copera, sino que nos va el amor propio.

- ¿Cómo se conjuga eso con los intereses en la Liga?
- Es que tú fíjate en el calendario. Tenemos la visita al Real Madrid por ahí y tenemos un partido muy importante para nosotros que es el del Eibar en casa y el del Getafe fuera. Porque Getafe y Eibar son rivales que van a estar con nosotros todo el año.

- ¿Qué valoración hace de la plantilla que confeccionó Macià en verano?
- Había jugadores que no había visto jugar nunca en directo, porque a mí me gusta verlos en directo. No había visto a Pezzella, Petros o Tarek. Eran apuestas del director deportivo y que yo acepto por la confianza que tengo en la dirección deportiva. Luego, nos pusimos muchos vídeos. Al resto, los conocíamos. Son jugadores más conocidos para el público europeo.

- Y, en el caso de Tarek, ¿cómo le justificó Macià su fichaje?
- Económicamente, no es un dispendio muy grande. Era un jugador joven, con futuro si aprende el fútbol europeo. Estamos hablando de un jugador que es un portento físico en velocidad, potencia. ¿Qué tiene que aprender? Lo táctico y el ritmo de juego que hay en Europa. Si eso lo consigue hacer, podrá ser en el futuro un jugador bueno para el Betis. Ahora mismo obviamente, por mis decisiones, pensamos que no lo es.

- ¿Esperaba más de Van der Vaart?
- Él ha tenido un problema que yo, que he sido futbolista, te digo que no es fácil de solucionar. Cuando uno es veterano, si tiene una lesión, cuando tus compañeros están en marcha, coger el ritmo no es fácil. Rafa tuvo la mala suerte de lesionarse al inicio de Liga, se recuperó y volvió a tener otra lesión. Eso le ha mermado. Yo te puedo decir que en lo táctico y en lo técnico es un jugador envidiable, pero que ahora mismo tiene que coger el ritmo de competición que sus compañeros tienen. Pero, eso es difícil, porque si yo no lo pongo, le va a costar coger el ritmo, pero es que no nos podemos permitir el lujo de no tener a once jugadores al mismo ritmo porque eso va a ser malo para nosotros. Él lo ha entendido. Se esfuerza en cada entrenamiento. Y tendrá que aprovechar los minutos que le podamos dar. No podemos decir nada malo de él.

- E imagino que las lesiones de Digard le han trastocado mucho los planes.
- Nosotros quisimos traerle en la época de Vlada Stosic. En aquella época, no pudo ser porque económicamente no podíamos. Bueno, han pasado los años, y cuando el jugador es más mayor y con esos antecedentes€ Lo bueno es que sabemos que en cuanto coja el ritmo tenemos un buen futbolista. Didier va a ser importante, seguro.

-Y, todo ello sin haber encontrado aún ese estilo que hacía reconocible a los otros equipos de Mel. ¿Cómo explica usted eso?
- Es fácil de entender. En enero de hace justo un año me encuentro a un equipo que no lo he hecho yo. Pues, bien, el 80 por ciento de nuestro equipo de esta temporada es ese equipo. Y, yo pienso que un entrenador inteligente es aquél que se adapta a los jugadores e intenta hacer que los jugadores estén en el campo lo más cómodo posible. Yo no puedo jugar a contraestilo de mis futbolistas. El fútbol que a mí me gustaba o que me gusta a veces no es el más idóneo para mi equipo. Cuando lo hemos querido hacer no nos ha salido bien como contra el Athletic de Bilbao. Cuando he puesto alrededor del balón a los jugadores que yo creía que mejor me lo iban a tratar se han quedado al descubierto nuestras debilidades. Al final tienes que pensar que te tienes que adaptar. Al final lo que cuenta son los resultados.

- Para terminar, una de sus peticiones a la dirección deportiva ha sido Jony.
- Sólo quiero aclarar una cosa porque la he leído varias veces y te doy mi palabra de honor. Es falso que yo haya hablado con Jony en El Molinón. Imagínate que yo vaya a jugar a Gijón y le falte de tal forma el respeto al Sporting y a Abelardo como para hablar con alguno de sus jugadores para traérmelo al Betis. Yo no he hablado con Jony en mi vida. Te doy mi palabra de honor. Pero, sí que es un jugador que estaba dentro de nuestros parámetros y que yo pensaba que nos mejoraba. No pudo ser.

- ¿Ha perdido la esperanza?
- Es muy difícil, por una cosa que es fácil de entender, que es que el Sporting no puede fichar. Entonces, el Sporting no puede utilizar el dinero que consiga por Jony para fichar. Por lo tanto, se debilita. Yo, si fuera del Sporting, tampoco aceptaría esa opción.
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