En la 13/14, de los 18 partidos en los que no marcó, el Betis perdió un total de once

El riesgo de fiarlo todo al gol de Rubén Castro

El riesgo de fiarlo todo al gol de Rubén Castro
En los siete partidos de Liga que lleva sin marcar, el Betis ha encadenado tres empates y cuatro derrotas, y la peor sequía de su historia. - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales4 min lectura
La última vez que Rubén Castro celebró un gol en Liga fue el 27 de noviembre del año pasado. Hace exactamente 52 días. Una sequía demasiado larga para un goleador como él, pero una situación ni mucho menos ajena a su trayectoria. O, al menos, a la que tiene como jugador verdiblanco. De hecho, todas las temporadas desde que firmó por el Betis ha pasado por una situación parecida, salvo la pasada campaña, en la que su peor racha fue de cuatro partidos sin hacer su característica celebración, la comprendida entre las jornadas 24 y 27.

Le puso fin a su manera, con un ´hat-trick´ ante el Valladolid. Pero, bien sea tras una lesión, bien sea tras un momento de baja forma personal o bien sea, como en este caso, tras una profunda crisis de juego y resultados, lo cierto es que el delantero canario siempre ha sabido salir de una situación así. No en vano, en los últimos cinco años sus goles han superado los dos dígitos.

El problema es que el equipo estaba viviendo, principalmente, de su aportación goleadora y un bache anotador del ´24´ ha llevado al conjunto de las trece barras a firmar su peor racha sin marcar en el torneo doméstico de toda su historia, superando la que tuvo en la 11/12, donde el equipo adiestrado por Mel estuvo cinco jornadas sin marcar. Ahora llevan seis, desde el empate ante el Celta, en el que anotó Jorge Molina.

En la mencionada 11/12, Rubén estuvo hasta once jornadas sin celebrar un gol. Una inoportuna lesión en el arranque de la temporada le tuvo cuatro jornadas (de la 4 a la 7) fuera, momento en el que el equipo encadenó una racha de diez choques sin ganar (de la 6 a la 15), con nueve derrotas y un empate en total.

Un año antes, recién llegado al equipo en Segunda división, Rubén firmó una racha de siete encuentros sin batir la portería rival, lo que se tradujo, a la postre, en cinco derrotas, un empate y una victoria para los suyos.

De nuevo en Primera, en la 12/13, entre las jornadas 21 y 26 no logró perforar la portería rival, si bien es cierto que en tres de esos seis encuentros estuvo en la enfermería.

Otra lesión, la peor de su carrera, le mantuvo ausente gran parte de la temporada 13/14, a la sazón, la más ignominiosa de la centenaria historia verdiblanca, la del descenso con 25 puntos. Hasta 11 encuentros se perdió el delantero por culpa de una entesopatía crónica en los isquiotibiales de la que tuvo que ser intervenido en octubre. Sin embargo, Rubén, que reapareció en noviembre ante el Sevilla, no marcó hasta el 24 de enero de aquél año, lo que supuso un total de 18 partidos sin marcar entre lesión y sequía.

Ya esta temporada son siete las jornadas ligueras que han pasado desde que le hizo el gol al Levante, y que suponía el octavo de su cuenta particular, una cifra, por otra parte, nada despreciable.

Con todo, con esta sequía ha quedado patente una vez más la dependencia del Betis de los goles de su mayor estrella y los riesgos de fiarlo todo al estado de forma del punta grancanario.
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