Getafe-Real Betis: Los hombres de Mel

Dicen que la autocrítica es el primer paso en el camino hacia la solución de cualquier conflicto. En el caso del Betis, y más concretamente en el de Mel, ésta parecía brillar por su ausencia en las últimas semanas, en las que los resultados negativos, amén de un empeoramiento manifiesto del juego del equipo, se sucedían sin explicación aparente hasta el punto de provocar una crisis interna que ha colocado en el ojo del huracán al propio entrenador, más preocupado de reclamar reconocimiento por lo conseguido que de buscar soluciones válidas.

Por suerte para él, ni la influencia del entorno ni el consejo de administración son los mismos que los que hace ahora dos años terminaron precipitando su destitución. La sensatez y la coherencia dentro del club se han impuesto para apagar el fuego avivado dentro del vestuario.

Ya sea por el coste que tendría una destitución en estos momentos, ya sea por confianza real en su capacidad para sacar adelante la situación, lo cierto es que la cúpula heliopolitana no está dispuesta a tirar la toalla a las primeras de cambio con el madrileño, al que, eso sí, le han exigido una reacción ante el Getafe.

No es un ultimátum, pero sí un aviso. El técnico sabe que necesita hacer reaccionar a su plantilla, recuperar los papeles perdidos y retomar la senda del triunfo o, al menos, mejorar la imagen y dar alguna que otra señal de vida. Para ello, tiene dos oportunidades, esta tarde en el Coliseum y el próximo martes ante el eterno rival en la vuelta de octavos de Copa del Rey.

Apelará el madrileño a sus hombres de confianza dentro del vestuario y a la fórmula que siempre le ha funcionado para poner fin a siete partidos (entre Liga y Copa) sin ganar. “Vamos a volver a los orígenes de lo que nos ha funcionado, con la gente que nos ha ayudado”, confirmó él mismo en la rueda de prensa de ayer, en la que, además, hizo un importante ejercicio de autocrítica.

Adán regresaría a la portería. Con las bajas confirmadas de Molinero y Westermann, que no se recuperaron a tiempo, así como los descartes de Jordi Figueras y Varela, la línea de cuatro parece clara con Piccini, Bruno, Pezzella y Vargas, pese a no estar completamente en forma.

Mel mantendrá en el centro del campo a Petros y N’Diaye, que, además, no podrá jugar en Copa por sanción. Cejudo y Joaquín ocuparían las bandas, mientras que la duda es si Mel optará por reforzar el centro del campo dando entrada a Digard o Ceballos o, por el contrario, incluirá a Jorge Molina, uno de los futbolistas que siempre han dado la cara por él en los momentos complicados, con el innegociable Rubén Castro completando el once.

El Getafe, al completo

Enfrente, el Getafe experimenta una trayectoria completamente opuesta a la de los verdiblancos. Los de Escribá, que suman los mismos puntos que los heliopolitanos (20), son uno de los equipos más fiables en casa, donde sólo han perdido ante Barcelona y Granada, y vienen de encadenar cuatro encuentros sin perder (un triunfo -el primero a domicilio de toda la temporada- y tres empates). El técnico azulón podrá contar con toda su plantilla salvo con los lesionados Medrán y Emi Buendía.