Avisaba ESTADIO Deportivo en esta semana previa al partido entre el Betis y el Real Madrid que Cristiano Ronaldo era un
'agresor de guante blanco', y en el
Benito Villamarín se ha vuelto a demostrar. Con el 1-0 en el marcador, el delantero del
Real Madrid buscaba portería, el bético Molinero se cruza para obstruir su carrera y CR7 suelta el brazo acompañado de una patada, acción que le debería haber costado la expulsión pero de la que ha vuelto a salir impune. La historia se repite, tal y como ocurriera hace una semana con
Nacho Cases, y el resto de casos conocidos con
Krychowiak,
David Simón o
Alves...