Fichaje frustrado

El coste de Damiao, una traba definitiva

El coste de Damiao, una traba definitiva
El delantero brasileño Damiao, a su llegada a Sevilla - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
El Betis aplazó el lunes unas horas más la contratación de Leandro Damiao, herida de muerte desde la noche en la que se cerraba el mercado invernal. La división existente en el consejo de administración verdiblanco impidió que la mayoría apoyara el altísimo desembolso que supondría el fichaje del brasileño, cifrado en dos millones de euros netos por sus 18 meses de estancia en Sevilla, amén de unos incentivos por rendimiento que podrían elevar el coste total otros 500.000 euros.

Así, se acordó contraofertar a la baja, proponiendo un contrato de aquí a final de temporada, supeditando la continuidad del ex del Santos a las prestaciones que demostrara en lo que resta de curso. Al considerarlo libre a todos los efectos (algo también discutible, pues, como se apuntaba ayer en estas páginas, el propio Tribunal Superior de Trabajo de Brasil hablaba de un préstamo hasta el 30 de junio de 2017), se entiende que podía incorporarse fuera de plazo. Incluso, por si la otra parte se avenía a razones, se liberó de madrugada la necesaria plaza extracomunitaria, al irse Tarek cedido hasta finales de este año al Columbus Crew estadounidense, donde coincidirá con otro ex verdiblanco, Cedrick.

No obstante, como era previsible, ese hueco no será para Damiao, cuyos agentes rechazaron el cambio de planes y, aunque al cierre de esta edición permanecían en la capital hispalense, atenderán otras opciones. Estrictamente hablando, el Betis podría incorporar a otro futbolista en paro, además sin importar su nacionalidad, pues queda vacante el dorsal 12, al tiempo que los únicos sin pasaporte europeo o no adscritos a tratados de asimilación son el peruano Juan Manuel Vargas y el brasileño Petros dos Santos.

Con todo, según ha podido saber ESTADIO, no entra en los planes inmediatos de la entidad reforzarse más allá de Musonda Jr. y Montoya, abandonando cualquier gestión que se hubiera aparcado en su día. Salvo giro mayúsculo en las fechas venideras, tampoco se peinará de nuevo el mercado.

Además, ni siquiera la lesión de larga duración de Piccini otorgará a la entidad quince días extra de plazo para potenciar su plantilla, que, en tal caso, serían libres de restricciones, con lo que no habría que ceñirse a los futbolistas que estuvieran sin contrato, sino que valdrían cesiones o traspasos. Y es que el Betis tuvo que gestionar el 1 de febrero la baja federativa del transalpino para inscribir a su sustituto natural, Martín Montoya, pues era la única manera de convencer a la Comisión de Control Económico de la Liga de Fútbol Profesional para que ampliara el tope salarial adjudicado al club heliopolitano a principios de esta campaña.
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