El Betis piensa ya piensa para verano

Lo primero para el verano, las bandas

Lo primero para el verano, las bandas
En la imagen, Morales celebrando un gol. - A. Sáez/ Ó. Murillo
Alejandro SáezAlejandro Sáez 3 min lectura
El mercado invernal cerró hace apenas unas horas, pero el Betis llevaba semanas compaginando las gestiones para retocar el actual plantel con vistas a la segunda vuelta del presente curso con las encaminadas a iniciar la planificación de la 16/17. Y de las primeras gestiones se desprende que el objetivo de Eduardo Macià y su equipo pasa por reforzar los costados del ataque con un futbolista que aporte velocidad, desborde y pegada.

Se trata de una vieja aspiración de Mel, aunque, en este sentido, la necesidad se volverá perentoria a partir de la campaña venidera, puesto que sólo quedarán por fuera Cejudo y Joaquín, amén del regreso de Dani Pacheco, puesto que Vadillo termina contrato, al tiempo que el futuro de Kadir está en el aire. La idea es potenciarse en los extremos para convertirse en un equipo menos previsible, ganando argumentos ofensivos y permitiendo que no tengan que actuar ahí mediapuntas reconvertidos.

Según ha podido saber ESTADIO, el sondeo a Pablo Sarabia iba por buen camino, dada la predisposición del canterano merengue, que ya mostró públicamente su admiración por la afición y el estadio del Betis. A favor de los intereses verdiblancos juega el hecho de que queda libre el próximo 1 de julio, con lo que ya puede negociar su futuro. De 1,77 y 23 años, está completando una gran temporada partiendo desde la derecha, pese a su condición de zurdo, lo que le permite actuar también por el centro y en su perfil natural. Cinco goles y cuatro asistencias acumula el madrileño, objeto de deseo también de un Valencia que habría tomado la delantera. El Getafe, que quería hacer caja con Sarabia, ofreció al club che un trueque por De Paul (que prefirió irse a Racing de Avellaneda) o Javi Fuego (finalmente fallido también), pero, aunque, ya para verano, su destino sería la capital del Turia.

Así las cosas, en la planta noble del Villamarín han puesto sus miras en José Luis Morales, que se está saliendo literalmente con el Levante, especialmente ahora que Rubi lo vuelve a colocar como extremo. Diestro con gran zancada y casi mejor disparo a puerta que centro, tiene contrato en la entidad granota hasta 2019, pues renovó a finales de mayo del año pasado. Su cláusula es de diez millones de euros, si bien en tierras hispalenses confían en que un hipotético descenso del cuadro azulgrana se alíe a su favor, pues el también madrileño, que cumplirá 29 años el 23 de julio próximo, presionaría seguramente para que en Orriols aceptasen una propuesta a la baja.
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