Deportivo-Betis: Una buena horma en la que encajarse

El paso de oca que marcó el inicio de la ´era Merino´ amenazaba con minimizar la inflexión que ha supuesto el relevo en el banquillo. El linense está tratando de convertir a los suyos en un bloque más fiable y menos vulnerable, lo que, exceptuando la primera parte en Anoeta, está consiguiendo. Sin embargo, errores arbitrales aparte, la necesidad de puntos gobierna cualquier análisis, habida cuenta de que se aproxima el último tercio de campeonato, por lo que sólo con empates podrían no salir las cuentas. Así las cosas, el triunfo del pasado domingo ante el Valencia supuso un alivio para todos en Heliópolis, amén de un refrendo al trabajo y un aliciente para que los recién llegados se acoplen rápidamente. Ahora, toca dar una continuidad tangible a la inflexión que se ha esbozado y que ya se advierte en diferentes aspectos, aunque la visita a Riazor supondrá una dura piedra de toque.
No en vano, pese a haberse estancado un tantosu rendimiento, el Deportivo es una horma en la que sería interesante introducirse. Y es que el cuadro albiazul puede presumir de lo complicado que resulta para los contrarios superarlo. Únicamente Barcelona y Real Madrid han perdido menos partido que los coruñeses, quienes, por mor de la obsesión de Víctor Sánchez del Amo en la preparación de la estrategia, se convierten en un equipo peligroso en este apartado. Eso, sumado al gran estado de forma y al ´feeling´ que exhiben Lucas Pérez y Luis Alberto, abandera el catálogo de alertas para el Betis de un anfitrión cómodamente instalado en la tabla, cerca aún de Europa, si bien no ha ganado en lo que va de 2016, por lo que buscará también resarcirse y apuntalar la permanencia.

En el bando hispalense, Merino podrá dar continuidad, si así lo desea, el once que se rompió el pasado fin de semana la racha sin ganar, ya que Dani Ceballos se recuperó a tiempo (no así Joaquín) de seguir en una lista de convocados en la que ingresan también el ya habilitado Cejudo, así como los restablecidos Kadir y Westermann, en detrimento de Digard, Van der Vaart y el castigado Pezzella. Precisamente, la del alemán por el argentino se antoja como la única variación esperada, entre otras cosas porque el propio entrenador bético descartó dar entrada a Damiao, ya con el tránsfer, para no cambiar lo funciona.
Así, se impondría el 1-4-4-2, con Montoya, Bruno, Heiko y Vargas escoltando a Adán, más Petros y N´Diaye por delante. Musonda Jr. y Ceballos completarían la medular, con Portillo, Kadir y Cejudo como alternativas al utrerano si éste no está a tope. Rubén y Ricky, cada vez más sintonizados, estarían arriba.