El partido del sábado ante el
Sporting será el primero de un póquer consecutivo crucial para el devenir deportivo del
Betis, que se juega gran parte del objetivo en tres semanas preñadas de enfrentamientos directos. Y es que, tras la visita al Villamarín del cuadro gijonés, tocará recibir de nuevo al
Rayo Vallecano y repetir el siguiente fin de semana en la Avenida de La Palmera ante el
Granada, con el duelo intersemanal contra el
Espanyol en Cornellà-El Prat de por medio.
Es por ello que resulta si cabe más inoportuna la concentración de futbolistas al borde de la suspensión por amonestaciones. Así, a la buena noticia de que el equipo heliopolitano volviera de Riazor sin tarjetas se incorpora el matiz de que nadie de la pléyade de
apercibidos podrá cumplir su castigo de manera escalonada, estando casi todos -Piccini se quedará con cuatro, muy a su pesar- en riesgo frente a los rojiblancos, por lo que una amarilla esta jornada les haría perderse el también crucial duelo contra la escuadra de
Paco Jémez.
Dejando a un lado los casos de
Molinero, bien suplido en líneas generales por el recién llegado
Montoya, y
Portillo, que entra y sale del equipo, los casos más preocupantes responden a los nombres de Antonio
Adán,
Petros Matheus dos Santos y Alfred
N'Diaye. Tres pilares indiscutibles.
Tanto es así que, recurriendo únicamente a las estadísticas ligueras desde el desembarco de
Juan Merino en el banquillo, se trata de tres de los cuatro únicos jugadores que no han descansado un solo minuto. El que completa el cupo es
Bruno, fijo desde que regresara de saldar cuentas con el Comité de Competición. También
Rubén Castro partió las cinco citas referidas de inicio, pero el míster linense le ha sustituido en tres ocasiones, por lo que no puede presumir, como sus compañeros, de un pleno. He ahí la importancia que tienen en los planes de un entrenador que cruza los dedos para no tener que acometer los relevos de todos a la vez, especialmente si se conjugan las bajas del doble pivote más utilizado en lo que se lleva de temporada.
Por separado (es decir, con otra pareja de baile en el eje de la medular), su participación ha sido también decisiva, como demuestra el hecho de que en las cuatro ausencias de
Petros no se hayan celebrado triunfos (empates frente a
Villarreal y
Valencia, así como derrotas contra Athletic y Atlético de Madrid), mientras que, de las tres citas que se perdió
N'Diaye, el Betis solamente venció en Málaga (0-1), cayendo frente al Deportivo y la U.D. Las Palmas.
Por otra parte, resulta reiterativo incidir en la importancia que ha adquirido
Adán en el equipo. Únicamente se ha ausentado la recta final del choque contra los colchoneros, por lesión, y el choque frente al
Celta, dos jornadas después. En ninguno venció el
Betis, si bien este detalle se antoja nimio en comparación con la enorme cantidad de encuentros en los que las intervenciones del mejoreño han evitado la fuga de puntos, lo que podría traducirse perfectamente en que los ha ganado. Su inconmensurable actuación en
Riazor, con media docena de paradas salvadoras, y otro par, al menos, frente al Valencia rubrican la condición de indispensable del dorsal 13, otro amenazado.