Conocidos los cantos de sirena que en las últimas semanas vinculaban al bético Rafael
Van der Vaart con la MLS de Estados Unidos, sería el
Sporting Kansas City, sexto clasificado de la Conferencia Oeste durante el campeonato pasado -el nuevo no comienza hasta marzo-, el conjunto que habría mostrado su interés por el internacional holandés, futbolista con el que ya se le relacionó el pasado verano, cuando finalmente acabó enrolándose en las filas de un Betis entrenado por aquel entonces por Pepe Mel.
Van der Vaart, que tan sólo ha acumulado
289 minutos como bético a lo largo de nueve encuentros -siete de Liga y dos de Copa-, es una asistencia su mayor aportación al conjunto de Heliópolis; un exiguo bagaje que ha empujado a la dirección deportiva bética a intentar encontrarle una salida, algo que durante el pasado mercado invernal fue totalmente imposible.
Con
contrato en vigor
hasta 2018, tanto el futbolista como el propio Betis están de acuerdo en que el adiós sería la mejor solución, siendo la cuestión económica lo único que impidió su marcha el pasado mes de enero. Con el mercado abierto en Estado Unidos hasta el próximo 11 de mayo, el holandés tendría aún tiempo suficiente para negociar su futuro contrato con el Sporting Kansas City, club que el pasado curso fue eliminado por los Portland Timbers en la primera ronda de los 'play off' de la MLS y que en verano, según apunta la prensa local, llegó a ofrecerle unos
4,8 millones de dólares; cantidad que no fue suficiente para seducirle, optando éste por venirse a la capital hispalense, próxima a Chiclana, donde reside su familia materna.
Turquía, México y China, así como las ligas árabes, son otros de los destinos con los que se ha relacionado al todavía bético en los últimos tiempos.