Minuto uno

La 'flor' del Betis de Merino

La 'flor' del Betis de Merino
- Joaquín Adorna
Joaquín AdornaJoaquín Adorna2 min lectura
Los que a veces son minutos de la basura, esos últimos coletazos de un partido resuelto, fueron ayer los únicos salvables, por la emoción y los goles, de una fiesta que sólo tuvo magnífico ambiente previo y final feliz. Este Betis se salva. Seguro. Y no por la ´flor´ -buena suerte- de Merino, que bienvenida sea si le acompaña. Se salva porque está mejor trabajado que otros equipos, porque el triunvirato Merino-Alexis-Capi aparcaron las excusas y se centraron en sacar el máximo rendimiento a lo poquito que tienen. Poca, muy poca calidad en el Betis para llevar el peso de un partido. El tapón no estaba sólo en Cejudo, que aceptó resignado ante los suyos el valiente y doloroso cambio de Merino. El atasco estaba en la falta de movilidad y en la incapacidad de Montoya, Ceballos, N´Diaye, Fabián? -¿tan mal está Portillo?- para ofrecerse, dar cinco toques seguidos y llevar el balón a las inmediaciones de Rubén. Un pobre Granada, carne de Segunda, dominó en el Villamarín. Entre tanta mediocridad se engrandecía la figura del eléctrico Musonda, al que buscaba la grada y con el que apenas conectaron sus compañeros. Tedio, una mano salvadora de Adán -otra vez- y caos, al que se llegó empujado por un árbitro malo (Iglesias Villanueva) que generó confusión desde el minuto uno permitiendo que el partido se jugara con camisetas que hacían irreconocibles a Betis y Granada. Fue el preludio a su falta de autoridad: ni con 12 tarjetas amarillas y dos rojas fue capaz de controlar el partido. En inferioridad, con Petros de lateral zurdo, con Joaquín acariciando el balón a la agresiva cabeza de N´Diaye y Rubén batiendo de libre directo a un portero-jugador ganó el Betis. Sale de la quema pero necesita mucho más para competir con garantías en Primera división. De momento, le valen el trabajo bien hecho y las decisiones valientes de Merino.
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