El análisis del Betis-Granada

Tira de épica y de estrategia

Tira de épica y de estrategia
Musonda acabó de pivote. - E. G.
Enrique GarcíaEnrique García2 min lectura
La expresión con diez se juega mejor que con once no es muy científica aunque tiene su lógica. Ayer tuvo efectos positivos en el Betis. Metió de lleno al público en el partido, elevó el nivel de concentración verdiblanco y le permitió escudarse bajo un papel en el que se ha sentido cómodo durante el curso: el de esperar hasta que llegue el momento propicio.

De inicio Merino intentó ganar la batalla en el centro del campo juntando a Ceballos y Fabián, con N´Diaye como escolta. No le gustó nada lo que vio en la primera media hora y metió a Molina por Cejudo, desafortunado hasta entonces, para pasar a un 4-4-2 con el que ganó presencia en el área, aunque la posición de Fabián en la izquierda no ayudó mucho al joven canterano. Así, casi todo lo potable, que no fue mucho en el primer acto, pasó por el costado de Montoya y Musonda, con el belga de nuevo como agitador en un partido que transcurrió sin gracia entre las precauciones de ambos hasta el descanso.

Nada cambió hasta la roja a Vargas. Petros ingresó como lateral izquierdo y Musonda jugó junto a N´Diaye en el doble pivote. Los movimientos de González para ganar el encuentro fueron la apuesta por Barral arriba y de Foulquier para tener más profundidad en el costado. Pero el Granada no se fue a por el partido descaradamente. Intentó madurarlo, con el Betis confiado a su orden. Y en partidos cerrados la estrategia siempre es un valor fundamental. Más con Joaquín en el campo. Su centro y el remate de N´Diaye descosieron el partido. Rubén le puso el remache final.
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