Los béticos caen ante un rival más intenso e implicado

Athletic 3-1 Real Betis: Se topa con la cruda realidad

Athletic 3-1 Real Betis: Se topa con la cruda realidad
Los bilbaínos estuvieron más intensos. - J. López
José LópezJosé López8 min lectura
Frenazo en San Mamés. El Betis volvió a su cruda realidad en un partido soporífero, en el que no estuvo a la altura de su rival, ni por juego ni por intensidad, y acabó cayendo por un resultado claro, víctima de su desidia en algunas fases del encuentro y a unos despistes que le costaron los tres goles. El Athletic no notó las rotaciones -Valverde reservó a Aduriz, Beñat...- ni el cansancio del jueves y planteó un partido muy físico en el que no encontró rival.
 
El Athletic sabía que, tras el palizón del jueves y en el mal estado que seguía estando el campo, no le interesaba un partido de desgaste y salió a por todas, presionando y no dejando salir a su rival de su campo, aunque sin llegadas claras, pero con un dominio constante. De hecho, pese a esa diferencia de intensidad, las primeras ocasiones no llegaron hasta el cuarto de hora y fueron por dos despistes de la zaga. la primera la cortó Pezzela y la segunda, Sabin Merino disparó muy desviado. Ésta última era un aviso de lo que vendría después.
 
Tras veinte minutos de asedio, el Betis logró sacudirse el dominio y empezó a llegar al campo contrario. Sin la intensidad de su rival, sí imponía por momentos su calidad, en especial, la que atesora Joaquín, para llegar por banda derecha. Y bien que llegó. De hecho, contó con una ocasión de las que Rubén Castro no suele fallar. Fue una entrada por esa banda, pase de la muerte y disparo del canario, solo, que se le fue alto. 
 
El Betis podía haberle dado un mazazo al partido. No lo aprovechó y acabó pesándole porque, aunque el Athletic no tenía la frescura de los primeros minutos, sí demostró que, con juego directo, era muy peligroso. Justo antes de la ocasión de Rubén, Sabin no había alcanzado por muy poco un lanzamiento en largo que le habría dejado solo ante Adán. Diez minutos después, en el 34, se repitió la operación y, esta vez, no falló. Fue un pase por arriba, con una calidad tremenda, de San José, un control no menos espectacular de Sabin Merino y remate a placer para poner en ventaja a los bilbaínos. 
 
El mazazo para el Betis fue tremendo, pues parecía tener controlado el partido en esos momentos. Sin embargo, era apariencia. La intensidad con la que jugaban unos y otros, y la presión que ejercían los vascos en la salida del balón de sus rivales eran muy diferentes y hacían al Athletic acreedor de esa mínima ventaja. Sobre todo porque el Betis no reaccionaba ni con el gol y seguía acumulando despistes en defensa. Uno de ellos fue clave, porque llegó en la última jugada de la primera mitad. Fue un centro sin aparente peligro que remató Muniain y el balón dio supuestamente en la mano de Molinero -no era-, mientras todos los jugadores miran al árbitro a ver qué pitaba y Muniain protestaba airadamente, Mikel Rico, atento, empalmaba el balón a gol. Dos a cero al descanso. Demasiado castigo para un Betis que tal vez mereciera perder en el intermedio, pero no con esa claridad.
 
Para colmo, sin tiempo para reaccionar, la sentencia llegó nada más iniciarse la segunda mitad. Y fue por otra desaplicación defensiva. Un córner a la izquierda de la meta de Adán, lo despeja la defensa, pero el balón llega a Mikel Rico, quien desde el borde del área empalma el balón, Adán logra sacar una mano prodigiosa, pero Sabin Merino, otra vez más solo que la una, sólo tenía que poner el pie para marcar su segundo tanto, el tercero de su equipo.
 
Todo estaba cuesta arriba y aunque Merino reaccionó rápidamente dando entrada a Ceballos y Fabián, la proeza se antojaba imposible. Eso sí, el Athletic, sabedor de que el jueves le espera otro partido trascendental, dio un paso atrás y dejó el balón en poder de su rival. Pero, a su vez, no bajó ni la intensidad ni la presión y eso le hacía robar balones en lugares que creaban muchos problemas a la zaga bética. Dentro del sopor en el que se había instalado el choque, cargado de centrocampismo, parecía más cerca el cuarto del Athletic que el primero de los verdiblancos. De heco, ya con Aduriz en el campo, un pase suyo estuvo a punto de meterlo Muniain, pero Adán, de nuevo, fue providencial. Era, sin duda, el más entonado de los béticos.
 
Musonda, totalmente eclipsado hasta ese momento, empezó a aparecer en los últimos veinte minutos y el Betis abrió el campo y empezó a atacar por las dos bandas. Eso sí, su total dominio apenas tenía profundidad ante un Athletic ya descaradamente encerrado atrás, esperando el final o alguna contra con la que ampliar su ya amplio marcador.
 
Pero en este partido, el que se relajaba lo pagaba. Y el Athletic fue el que empezó a pensar en el Valencia en los últimos diez minutos y no en lo que tenía enfrente. Y eso le costó un gol. Rubén Castro encontró un hueco a la espalda de la defensa rival y, solo ante Iraizoz, lanzó al palo. Parecía que no era su día, pero en el córner que siguió a esta jugada, un mal despeje de Aduriz le permitió, a placer, hacer de cabeza su decimoquinto gol. Faltaban cinco minutos. Era muy tarde. Y, aunque el Betis lo siguió intentando para, al menos, dejar una mejor imagen, ya no pudo más que acabar saludando y reconociendo la superioridad bilbaína. 
 
Ya lo había avisado Merino, tanto después de ganar al Granada como antes de enfrentarse al Athletic, el objetivo es la salvación y, aunque lejos del peligro, siempre hay que mirar más hacia abajo que para arriba. No sabemos si sus jugadores captaron la idea, pero si no lo hicieron la realidad se encargó por sí misma de recordárselo. Queda mucho que remar y si quieren vivir tranquilos los últimos meses, no pueden dar la imagen de esta tarde.
 
Ficha técnica:
 
Athletic Club: Iraizoz; Bóveda, Gurpegui, Laporte (Etxeita 80'), Lekue; San José, Mikel Rico; Susaeta, Raúl García (Aduriz 63'), Muniain (Elustondo 67'); y Sabin Merino.
 
Real Betis: Adán; Molinero (Cejudo 80'), Pezella, Bruno, Montoya; Joaquín, N'Diaye, Petros (Fabián 51'), Musonda; Jorge Molina (Ceballos 51') y Rubén Castro.
 
Goles: 1-0 (34') Sabin Merino; 2-0 (44') Mikel Rico; 3-0 (50') Sabin Merino; 3-1 (85') Rubén Castro.
 
Árbitro: Jaime Latre (aragonés). Amonestó al local Raúl García.
 
Incidencias: 42.437 espectadores en San Mamés. 
 
 
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