El Benito Villamarín, cada vez más lleno

En el aspecto que presentan cada fin de semana los estadios de fútbol influyen varios factores, desde el día y la hora elegidos por la LFP (en consonancia con los operadores televisivos) a la entidad de los rivales, pasando por la racha por la que atraviese el equipo, aunque, para una afición como la bética, que ha batido este curso el récord de abonados hasta situarlo por encima de los 44.000, cualquier guiño es suficiente para atraerla de nuevo a La Palmera.

Así se refleja en un análisis de las entradas en lo que se lleva de segunda vuelta, que reflejan, pese al mal dato ante el Málaga que rebaja los guarismos, un incremento superior a las 3.000 en la asistencia media al coliseo heliopolitano. De hecho, contando únicamente las cinco primeras comparecencias (ante Real Madrid, Valencia, Sporting, Rayo y Granada), la cifra se situaba en 41.704, quedando, después de contabilizar los 31.371 que vieron en directo el Betis-Málaga, en un notable promedio que, por sólo 18 espectadores, no llega a los 40.000. Por el contrario, en la primera vuelta, no se llegó a los 37.000 (36.825, concretamente), en parte maquillados por los taquillazos ante el Atlético de Madrid (41.976 personas) y el derbi liguero (50.073). De hecho, únicamente en estos dos encuentros se superó la media apuntada en la segunda mitad del campeonato, aunque también se explica en las franjas de los encuentros (cinco a las 22:00 horas o más tarde), uno de ellos, incluso, en día laborable. Así, las campañas (como el Día de la Mujer Bética ante el Granada) y promociones del club (ante Sporting y Rayo) han animado al aficionado, amén de que únicamente frente al Málaga, ya en la ´hora golfa´ y en abierto, hubo trabas reales a su desembarco.