Si hay algún momento en el que el
Atlético de Madrid, el equipo
menos goleado de la
Liga con apenas 14 tantos en contra, puede ser vulnerable ése es, sin duda, este sábado. Por dos razones objetivas. Una, llega al encuentro con una
defensa muy mermada, sin Godín ni Giménez, sus centrales titulares, y con Savic, el tercero en discordia, con problemas en un pie, también fuera de la lista. Será la i
nédita dupla Saúl-Lucas la que salga
de inicio ante el Betis. Y, dos,
el próximo martes el conjunto colchonero tiene el que ha dado en llamarse por algunos atléticos el partido de la temporada:
la ida de los cuartos de final de la Champions ante el F.C. Barcelona en el Camp Nou, un encuentro crucial para las aspiraciones europeas de los de Simeone, que dan prácticamente por perdida la Liga, a nueve puntos del conjunto culé -a la espera de lo que suceda esta tarde en el Clásico y en el Calderón-.
Por ello, la visita al siempre complicado estadio sito a la orilla del Manzanares, podría resultar más propicia de lo que a priori parece. Ahora bien, los de
Merino ya demostraron ante otro conjunto rojiblanco, el Athletic, que el exceso de confianza no es buen compañero de viaje. Para evitar lo que ocurrió en San Mamés, con otro equipo también mermado,
el Betis tiene la
obligación de mejorar la imagen ofrecida ante el Málaga, donde la falta de ambición acabó condenando a un equipo que podía haber rozado con los dedos una salvación que, pese al colchón actual, se resiste.
No podrá contar el linense
con Vargas, lesionado con Perú, pero al que se le espera para el Levante. Con esta única baja de consideración, no se esperan muchas novedades en el once más que las obligadas.
Montoya volverá a ejercer a pierna cambiada, mientras que Molinero se queda en la derecha. No parece que Merino vaya a alterar la
pareja de centrales Pezzella-Westermann, al tiempo que
Petros regresaría al doble pivote con N’Diaye, escoltando a
Ceballos, que
adelantaría su posición.
Musonda y Kadir (Cejudo también tiene opciones),
en las bandas, y
arriba, liderando el ataque,
Rubén Castro.