Poco positivo se puede sacar de la abultada derrota del
Betis en el Vicente Calderón, donde el
Atlético de Madrid le sacó los colores y le endosó una manita que hizo estallar a Juan Merino en la sala de prensa. El técnico criticó una falta de actitud que no se le puede achacar a
Dani Ceballos, que quizás fue el único oasis en el desierto verdiblanco.
El centrocampista utrerano, otrora objeto de los tirones de oreja del entrenador, fue de los pocos que dio la cara y que se dejó la piel, algo que posiblemente para muchos pasó desapercibido en la grada o por la televisión, pero que respaldan las estadísticas.
Una de ellas revela que el ‘10’ fue el bético que más corrió y el tercero de todo el partido ante los rojiblancos, con un total de 11,6 kilómetros que sólo superaron Koke (12,8 km) y Gabi (11,7 km).
Además, avalando así la idea de
Merino de colocarle como mediocentro, el internacional sub 21 fue el segundo que más balones recuperó, con cinco, los mismos que
N’Diaye, sólo un robo menos que
Musonda,
Griezmann y
Gabi y a sólo dos de
Koke.
El canterano también fue el tercero que más pases buenos repartió, con un total de 43 -tras intentar 50 y dar bien un 84 por ciento-. Sólo una entrega más repartió
Gabi, 43, y dos más Koke, 44.
Como curiosidad, la mayor velocidad punta del partido la marcó Martín Montoya, quien llegó a alcanzar una marca de 32 kilómetros por hora.