Hay que cambiar cosas. Es una obviedad. También para
Merino, porque, como reza el dicho popular, el que la lleva, la entiende. El preparador linense ofreció este sábado una dura rueda de prensa en el
Vicente Calderón, tras la contundente derrota ante un
Atlético de Madrid mermado. El 5-1 y, sobre todo, algunos detalles que vio sobre el campo, molestaron sobremanera al otrora zaguero, cansado de que no se refleje últimamente lo que se ensaya. Lo ha hablado con sus pupilos.
Este lunes, con el descanso dominical como coartada para enfriar los ánimos y aclarar la mente, el míster bético dirigió el primer entrenamiento de la semana en la ciudad deportiva, uno de los muchos (prácticamente todos) a puerta cerrada, para preparar la finalísima del sábado ante el
Levante. No va más. La racha de derrotas debe quedarse en tres. De no ser así, lo de la otra
Liga sonará más a excusa que nunca. Y lo que es peor: el margen de maniobra para concretar la salvación se reduciría considerablemente, habida cuenta de que se habría desperdiciado una de las tres balas en casa frente a rivales directos por la salvación.
Consciente de la necesidad de sumar cuanto antes los seis puntos que certificarían el objetivo,
Merino medita una mini revolución frente al cuadro granota, que debe empezar por el retorno de
Vargas al lateral zurdo. El peruano, que no forzó en el
Calderón, continuaba ayer al margen, pero está trabajando duro para llegar a la cita del 9-A. El edema post-contusivo a nivel subfacial en el recto anterior del cuádriceps izquierdo no impide al 'Loco' realizar carrera continua ni otros ejercicios de readaptación funcional, por lo que, a las órdenes del recuperador de la primera plantilla, Fran Molano, apurará los plazos, con la idea de estar con el grupo a mediados de semana.
Tampoco participó en la sesión de ayer
Digard, que tiene permiso del club para asistir mañana al sepelio de su hermano, tristemente fallecido en un accidente de tráfico, si bien el mediocentro arrastra también problemas físicos que le impedirían en cualquier caso llegar al partido contra el
Levante. No debe tener mayores problemas
Dani Ceballos, este lunes en manos de los fisioterapeutas por una contusión en la cara externa de la rodilla derecha. El utrerano gusta cada vez más al entrenador en la posición de mediocentro, aunque podría ejercer de enganche en lugar de
Fabián, con
Petros junto a
N'Diaye por detrás, si
Merino se decanta por el 1-4-2-3-1.
Kadir por
Cejudo en la derecha es otra opción en busca de profundidad, pese a que el pontanés rindió bien a orillas del Manzanares, mientras que
Bruno podría relevar a
Pezzella o
Westermann en el eje de la zaga. Jugar con dos delanteros, con el ingreso en el once de
Damiao, tampoco sería descartable.