Una de las principales consecuencias de la marcha de
Eduardo Macià es que varias de las gestiones que tenía avanzadas para la próxima temporada quedarán ahora en el aire. Muchas estaban ligadas a su continuidad en el cargo, por lo que podrían caerse o, en caso de concretarse, no hacerse en los términos acordados con el todavía director deportivo verdiblanco.
Un ejemplo claro es el de
Luis Hernández, el central del
Sporting con el que Eduardo Macià había apalabrado un contrato por
cuatro temporadas, a razón de unos
900.000 euros brutos por cada una de ellas y con una
prima de fichaje que rondaría los 400.000. La ya confirmada marcha de Eduardo Macià, sin embargo, le ha llevado a estudiar otras propuestas, consciente, además, de que la intención del Betis sin el valenciano era renegociar ese contrato a la baja, decantándose por la del líder de la Premier League, el
Leicester, con quien podría ya haber pasado incluso el reconocimiento médico. Con todo, el madrileño prefiere no desvelar todavía su próximo destino, pero todo hace indicar que no será el Betis y sí la
Premier su siguiente parada, donde pasaría a militar en la gran revelación de la liga inglesa, que está a punto de proclamarse campeón. “Salen y han salido muchas informaciones sobre lo que puede ser mi futuro, pero no voy a entrar en ellas como llevo haciendo desde septiembre; lo hago por respeto al club y a mí mismo, y porque ahora hay un objetivo y lo que importa es el equipo”, ha señalado el jugador.
Las primeras consecuencias de la destitución de
Macià, por tanto, ya se dejan ver sin que ésta sea ni siquiera oficial.
Isabel Morales2 min lectura