El empate en
Balaídos, pese al mal sabor de boca por cómo y cuándo llegó el tanto de
Pablo Hernández, supone un empujón casi definitivo para la permanencia en
Primera de un Betis que, incluso, podría dejar zanjado el objetivo esta semana. Le bastaría con calcar ante
Las Palmas (este martes) y
Sevilla (el domingo) lo que hagan en sus compromisos
Sporting y
Getafe, valiendo a los de Juan Merino hasta sumar un punto menos que el Levante, a quien se lleva en el 'goal-average' particular.
De esta manera, saldría del
Sánchez Pizjuán con los deberes hechos, aun teniendo que esperar para que se ratificara hasta las ocho de la tarde, cuando concluirá la visita del cuadro azulón a Riazor.
Porque, tras los resultados registrados en la jornada 33, el
Betis mantiene los nueve puntos (más uno de los duelos particulares, pues se impone a todos los que le suceden en la tabla menos a los madrileños, que comparecen en la Avenida de La Palmera en la última entrega del campeonato), a falta de únicamente quince por disputarse. Por esa misma razón, la carambola para que la salvación alcance consideración matemática durante la jornada intersemanal es una realidad.
Para ello, los verdiblancos deben empezar por imponerse este martes a
Las Palmas, con lo que alcanzarían los 41 puntos, que serían inalcanzables para los conjuntos que cierran la tabla si se dan también estas tres variables: el
Sevilla gana pasado mañana al
Sporting en El Molinón (en la que sería la primera victoria a domicilio de la temporada de los pupilos de Unai Emery), el
Getafe pierde el jueves en Anoeta (bastaría con que no sumara los tres puntos de no estar aún pendiente el average particular) y el
Levante no pasa del empate en el Nuevo Los Cármenes.
En caso de producirse estos cuatro resultados, en sólo tres días, aunque al filo de las once de la noche, eso sí, el sufrimiento y la incertidumbre habrán terminado en
Heliópolis, permitiendo un derbi cainita libre de tensiones añadidas.