Gustavo Poyet regresa esta semana a su país para pasar unos días de vacaciones antes de que comience la
pretemporada. Desde allí, seguirá trabajando en la distancia para que, a la vuelta de los entrenamientos, "la columna vertebral del equipo esté cerrada". Al menos, ese es su deseo, aunque el uruguayo es consciente de que, con la celebración de la
Eurocopa, la
Copa América Centenario y los
Juegos Olímpicos, los movimientos del mercado podrían retrasarse hasta finales del verano.
"En general, cuando hay torneos durante estos meses, se para mucho el
mercado. El problema es que hay jugadores que quieren solucionar los problemas rápido y hay opciones que se te pueden ir", reconoció el técnico verdiblanco en declaraciones a la
radio oficial, donde señaló los puestos que ha acordado con el director deportivo,
Miguel Torrecilla, que deberían reforzar de cara a la próxima temporada. "Preferimos no decir cuáles, pero hay algunos fundamentales. Esa
columna vertebral es fundamental, cuanto más fuertes estemos por el medio, el resto de jugadores se complementarán bien". Palabras que evidencia su deseo de potenciar la zona ancha, en la que habrá importantes modificaciones, como también lo habrá en la edad media de la plantilla, pues la intención del uruguayo es
rejuvenecer el vestuario. "El jugador joven siempre tiene otras cosas, como que se adapta muchísimo. El que tiene una cierta edad lo tiene que buscar uno más específico. El joven, con proyección, tiene muchas cosas aún por aprender. Entre los 25 y los 27 el jugador ya está formado. Así que por debajo de eso da la posibilidad de que se adapte a lo que uno quiere", señaló.
Por todo ello, el ex del
Sunderland entiende que las próximas semanas de trabajo son fundamentales para definir las líneas maestras de su proyecto y de ellas dependerán, en buena medida, el éxito de la planificación. "Hay que convencer a la gente y para eso tienes que estar seguro; si no, se te nota. Este periodo previo a comenzar la pretemporada es
clave. Armar el grupo para hacer lo que queremos hacer es fundamental, más que el primer partido de
Liga. Todo pasa por lo que uno hace durante la preparación más que lo que puede hacer después, así que la formación es un momento ideal".
Con el listón de esta temporada, Poyet sabe que el objetivo de la próxima temporada pasa por dejar al equipo en la zona media alta de la tabla, por encima siempre de la décima posición en la que
Merino ha dejado al equipo este curso. "Tenemos que estar entre los 10 primeros, eso no se negocia. No depende sólo de uno, ya que salvando los tres que suben, todos los demás dicen que quieren estar entre los 10 primeros. La idea es ir buscando una identidad, jugar de una cierta manera. Con esos ingredientes deberíamos estar ahí".
En cuanto a sus impresiones personales en estos primeros días de trabajo, el entrenador asegura sentirse
gratamente sorprendido por lo que se ha encontrado. "Creo que el club tiene las bases, hay cosas que no me las esperaba, como la televisión. Hay cosas que en Inglaterra son más habituales y el Betis está siendo pionero. Las
instalaciones bien, la gente entusiasmada, pero por ahora mucha alegría y mucha confianza, que es lo que necesita el entrenador".
Asimismo, el preparador confesó ser muy exigente con la plantilla y anunció que implantará
nuevas normas en el seno del vestuario. "En ciertas cosas soy meticuloso, pero prefiero emplear el sentido común. Hay que separar las cosas que se negocian de las que no son negociables. Hay cuestiones de respeto, horarios, estilo de vida... Hay una cantidad de cosas que este nivel no se negocian, y las pongo yo. Pero después, somos personas normales,
gente abierta, que nos gusta el deporte y otras cosas. Habrá una vida normal, no creo que sea para asustarse. Hay unas formas y el jugador tiene que hacerlas, fácilmente. Es mi forma de ser y es difícil de cambiar".
El técnico apeló a la profesionalidad de los jugadores para hacer más llevadero esta disciplina. "Al nivel que uno tiene que competir y que rendir, hay que ser responsables. Hay que
ser profesionales en el más amplio sentido de la palabra. El jugador no sólo es profesional porque cobra sino porque tiene que mantener unos hábitos. Y esas pautas las ponemos nosotros, no soy un sargento. Hay cosas naturales y las que se tengan que cumplir, se cumplirán a rajatabla. El jugador se pone dentro o fuera él solo. No tienes que hacer nada", zanjó.