No tiene que demostrar compromiso
Antonio Adán con el
Betis. Su llegada al conjunto verdiblanco estuvo precedida de una llamada del propio guardameta para firmar por la entidad de las trece barras y, tras el descenso, fue de los primeros en dar un paso adelante para seguir en Heliópolis y devolver al equipo a
Primera división. Ahora, el arquero también tiene decidido continuar de verdiblanco.
Como ha venido informando este periódico, Adán cuenta con importantes ofertas de dos clubes extranjeros, el
Liverpool y el
Olympique de Marsella, si bien es cierto que la salida de
Míchel y la incierta situación del cuadro galo acabaron por restar crédito a esta propuesta. Sin embargo, durante la temporada ya dio órdenes a sus agentes para que no le comentaran nada y poder centrarse en lo que ocurría sobre el terreno de juego. Cumplido el objetivo de la
permanencia, Adán se ha tomado un breve periodo de reflexión, tras el que su elección fue no moverse.
No siempre ha estado tan clara esta continuidad. Los vaivenes en la entidad, tanto en el plano institucional como el deportivo -en dos años y medio, ha conocido a cuatro presidentes, cuatro directores deportivos y cinco entrenadores-, unidos a esas jugosas propuestas, le hicieron pensar en una salida a tiempo. Sin embargo, una charla con
Torrecilla, el fichaje de
Poyet y el convencimiento de que la entidad tiene mucho
margen de crecimiento, además del cariño que siempre ha recibido de la grada, han terminado de afianzar su decisión de prolongar su vinculación con el Betis. Sólo una
oferta fuera de mercado que el club considerara irrechazable -tendría que ser cercana o igual a los ocho millones de euros que figuran en su
cláusula- daría con los huesos del mejoreño fuera del Villamarín.
La continuidad de Adán es importante por el peso específico que tiene dentro del vestuario. Este verano ya se marchan jugadores con predicamento dentro del grupo, como son los casos de
Jorge Molina y
Xavi Torres, y es crucial que sigan piezas que mantengan el vestuario cohesionado para cuando vengan mal dadas durante la campaña.
La contratación de
Poyet es un aliciente para el meta. Al entrenador uruguayo le gusta que los porteros sean un eslabón más del engranaje a través del
juego con los pies, algo que obligará al portero a mejorar en esa faceta. Lejos de amilanarse, para Adán supone un
reto. El ex madridista ve en las llegadas de Torrecilla y Poyet un impulso importante para que el Betis vuelva a ocupar la
zona noble de la clasificación. El discurso de ambos le ha convencido. En lo único que piensa el meta es en aprovechar las vacaciones para volver con las pilas cargadas para una temporada en la que espera un salto de calidad.