Con el descarte de Vargas, Van der Vaart y Varela, el Betis se queda con Joaquín como único estratega reputado;

Balón parado: otra carencia que cubrir en el Betis

Balón parado: otra carencia que cubrir en el Betis
Aunque es más asistente que goleador, Riza Durmisi lanzaba las faltas en el Brondby, si bien su acierto tampoco fue boyante. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
El Betis necesita, según el análisis de su nuevo director deportivo, al menos diez fichajes, los cuales tienen un perfil definido: dos centrales, dos laterales, dos centrocampistas por dentro, dos extremos y dos delanteros. Pero, dentro de cada etiqueta, Torrecilla persigue unas cualidades concretas para cubrir todas las carencias detectadas en el grupo que adiestrará Gustavo Poyet. Y, con la nómina de descartes en la mano, está claro que una de las necesidades más perentorias reside en la estrategia, pues, con la inminente marcha de Vargas, los verdiblancos pierden a su estratega más reputado, tanto en lo que se refiere al lanzamiento de libres directos como a botar córners y faltas para que las rematen sus compañeros. Oportunidades en verdiblanco aparte, otros dos zurdos que se van (Varela y Van der Vaart) se han distinguido a lo largo de su carrera por ser lanzadores, por lo que Joaquín y, en menor medida, Musonda (si repite) y Cejudo se quedan prácticamente solos.

Es por ello que, entre los que integren la disciplina heliopolitana 2016/2017, deberán figurar futbolistas que puedan asumir o compartir la responsabilidad a pelota parada, circunstancia que no es precisamente desconocida para Álex Martínez, quien, tras su cesión en el Elche, comenzará la pretemporada con la idea de convencer a Poyet. También encaja en lo que se pretende Riza Durmisi, con mimbres para ser uno de los herederos de Vargas. Así las cosas, el danés se atrevía con las faltas y los saques de esquina en el Brondby, si bien tampoco es un dechado de acierto, pues sólo uno de sus siete tantos como profesional llegaron de esta guisa -uno de sus disparos lo repelió el palo-.

Otro de los pretendidos, Jonas Martin, ha ido escalando peldaños y adquiriendo galones en el Montpellier, hasta el punto de encargarse de los penaltis. De hecho, la mitad de sus dianas del pasado curso (dos de cuatro) fueron desde los once metros, faceta en la que el Betis ya tiene a Rubén Castro, que también empieza a presumir de tino a la hora de convertir libres directos (ante el Alavés en la 14/15 y el Granada en la 15/16), otrora virtud latente para el canario.

Entre los otros muchos futuribles en la palestra, aparecen otros estrategas con bagaje. Por ejemplo, el atacante Gastón Ramírez, igual que le ocurre al ofrecido Pione Sisto (Midtjylland). Se prodiga algo menos Felipe Gutiérrez (Twente), aunque también incorporó a sus estadísticas personales un par de faltas directas, al tiempo que el madridista Mariano Díaz mete goles de todos los colores, incluidos a balón parado, como ha podido comprobar recientemente el UCAM Murcia. Christian Santos es más de penaltis, como Diaby, que tampoco es desdeñable.
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