Planificación 16/17

El armazón del Betis empieza a ser reconocible

El armazón del Betis empieza a ser reconocible
- Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
Buen ritmo en la planificación del Betis 16/17, al menos en lo que a incorporaciones se refiere, pues el capítulo de salidas anda un poco estancado, excepción hecha de la rescisión de Tarek y alguna otra que anda encaminada. Así las cosas, los verdiblancos han dado ya carta de oficialidad a cuatro fichajes (Durmisi, Jonas Martin, Nahuel y Musonda), si bien el retorno del belga se considera algo así como una bola extra por la secretaría técnica. Y es que, como confirmó el propio Miguel Torrecilla durante la presentación del atacante hispano-argentino, se buscará otro extremo más aparte del ‘blue’, un claro indicativo de que el equipo alternará con Gustavo Poyet el 1-4-3-3 con un 1-4-4-2, bien asimétrico o formando un rondo en la medular, por lo que tanto Charly como otros futbolistas (Fabián, Dani Ceballos, Joaquín) podrían actuar por dentro o escorados.

Atendiendo a la declaración de intenciones realizada por el director deportivo nada más finalizar el curso anterior, restarían aún siete altas, que serían seguramente ocho en el caso de que N’Diaye acabe saliendo. Por ejemplo, la recuperación de Piccini y la polivalencia de Cejudo propician que el lateral polivalente que se pretende contratar todavía no corra excesiva prisa, coartada perfecta para esperar los movimientos de Montoya. Sin embargo, en el eje de la retaguardia sólo figuran Bruno y Pezzella, por lo que se acelera para contrar a dos centrales (uno de ellos, al menos, zurdo), que deberían estar para el inicio de la pretemporada el 7 de julio. El objetivo es que, al menos, la mitad de la encomienda pueda cumplirse en tiempo y forma.

Para la parcela ancha llegará otro hombre de contención ocurra lo que ocurra con el franco-senegalés, con Felipe Gutiérrez como preferencia y Simoes en la recámara. De concretarse el traspaso de N’Diaye, se acometería otra contratación, pero sin descartar un perfil diferente. Con todo, se trata de una demarcación con suficientes variantes para empezar, razón por la que el Betis también puede permitirse un compás de espera que aumente las posibilidades de acceder a los efectivos deseados. Otro hombre de banda y un delantero rematarían la planificación, pues casi todos en la planta noble del Benito Villamarín dan por hecho el aterrizaje de Willian José bajo la fórmula de cesión (hasta 2018) con opción/obligación de compra.

En lo referente a la segunda cara nueva en la vanguardia, Torrecilla y Poyet se han propuesto igualmente madurar los movimientos y ‘cocerlos’ a fuego lento. Y es que, en estos momentos, los arietes que más gustan se escapan a las posibilidades heliopolitanas, circunstancia que podría variar en los últimos días del mercado estival, poniéndose más tiro de no concretarse sus destinos prioritarios, al tiempo que, si se produce alguna venta y se liberan fichas sin un excesivo sobrecoste, la partida destinada al fichaje más relevante para la campaña 2016/2017 crecería un poco.
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