Desde que se consumó el último ascenso, el vestuario del
Betis se ha convertido en una auténtica ´
Torre de Babel´ a la que cada vez llegan menos futbolistas españoles. No en vano, a lo largo de los tres últimos mercados de fichajes el club ha firmado a un total de 19 jugadores para la primera plantilla y sólo cuatro de ellos tendrían opciones de ser llamados por la ´
Roja´.
Esta tendencia arracó de la mano del anterior director deportivo,
Eduardo Macià, quien nada más llegar tuvo que hacer frente a la contratación de
Portillo, dado que meses antes se había acordado una obligación de compra con el
Málaga en caso de que el conjunto heliopolitano regresase a la elite. También hizo lo propio con el argelino
Kadir, pasando después a hacer gala de su conocimiento del mercado internacional firmando a holandeses (
Van der Vaart y Van Wolfswinkel), brasileños (
Petros), italianos (
Piccini), argentinos (
Pezzella), franceses (
Digard), peruanos (
Vargas), alemanes (
Westermann) y hasta un egipcio (
Tarek). La única excepción llegó sobre la bocina, con el retorno a casa de
Joaquín en el último día de plazo, haciendo realidad con ello una vieja aspiración del beticismo.
Meses más tarde, en enero, el valenciano se vio obligado a buscar más refuerzos para apuntalar al equipo, recurriendo para ello a un español como
Montoya. Eso sí, el catalán no fue la única contratación invernal, ya que también llegaron
Musonda (belga) y, con más suspense del esperado,
Damiao (brasileño).
Ahora, con
Torrecilla como director deportivo, la historia no ha cambiado demasiado.
Nahuel (hispano-argentino) es, por ahora, el único seleccionable por la ´
Roja´ entre los fichajes, que cuentan con representación danesa (
Durmisi), argelina (
Mandi), francesa (
Jonas) y chilena (
Gutiérrez).
José Julián2 min lectura