El
Betis se estaba acostumbrando a conseguir en este arranque de mercado a sus primeras opciones para los puestos que deseaba reforzar. Así ocurrió con Durmisi, Jonas Martin, Nahuel y Musonda, así como con Mandi y Felipe Gutiérrez. Sin embargo, tocó en hueso con
Willian José, uno de los dos delanteros preferidos para completar la vanguardia, pues tanto su perfil como las condiciones del trato (dos años de cesión, con varios tramos donde ejercer opciones/obligaciones de compra) eran los idóneos. Porque se invertiría ahora no más de dos millones de euros, reservando el grueso de la partida para un artillero más contrastado y de perfil similar al de
Rubén Castro.
No obstante, las continuas dilaciones impuestas por los asesores del brasileño, que prefieren esperar a que avance el verano y lleguen ofertas de traspaso, han cansado a los responsables verdiblancos, que dieron un ultimátum a los agentes de Willian y han pasado a estudiar alternativas. Sin descartarlo del todo, como le ocurre a Las Palmas -"está siendo pretendido por varios equipos, pero nosotros queremos que siga; todos creemos que su sitio es éste para terminar de consagrarse", dijo ayer Luis Helguera, secretario técnico amarillo-, la posición bética ha quedado fijada, por lo que sólo si no se contrata un recambio de garantías antes se retomarían los contactos con el de Porto Calvo.
El ´plan B´ podría ser perfectamente
Sanabria, pero la revalorización del paraguayo, por el que la Roma pide 15 kilos y el Tottenham llega ya a 11, lo deja fuera del alcance hispalense.
Óscar Murillo2 min lectura