Montoya, si acaso al final

No mentía Miguel Torrecilla en una de sus primeras comparecencias públicas cuando casi descartaba el regreso de Martín Montoya, argumentando que sus pretensiones económicas y las del Barcelona por su traspaso escapan a las posibilidades del Betis. “Estamos muy lejos”, zanjaba el salmantino, afirmación compatible con su decisión de esperar hasta los estertores del mercado estival para fichar al lateral derecho que le falta a la plantilla. Y es que la recuperación de Piccini, la promoción de Rafa Navarro y la versatilidad de Mandi y Cejudo propician que no sea prioritario reforzarse en esa demarcación. Una forma también de ganar tiempo, pues con el canterano culé hay una entente verbal en caso de que rescinda su contrato hasta 2018 con la entidad blaugrana, ya que en Heliópolis descartan pagar traspaso por él, incluso posponiendo el pago al próximo curso. Con todo, no habría impedimento para ‘prorratear’ sus elevados emolumentos (tres millones de euros brutos) en tres o cuatro campañas, una vinculación larga que haga accesible su retorno a la Avenida de La Palmera.

Mientras tanto, no hay compromiso firme por ninguna de las partes. Montoya se incorporará, salvo sorpresa, el próximo martes a los entrenamientos de pretemporada del Barça a la espera de que aparezcan propuestas interesantes. Si no, negociará una salida, con el Betis en un puesto alto dentro de sus preferencias. Torrecilla, mientras no se le ponga a tiro una ganga para el lateral derecho, está decidido a esperarlo.