El equipo ha ido claramente de más a menos y desde la victoria ante el Sporting todo se ha torcido

Balance de la pretemporada bética: Mejores datos que sensaciones

Balance de la pretemporada bética: Mejores datos que sensaciones
El Betis ha perdido muchos enteros en los últimos encuentros, pese a que comenzó pujante en los primeros partidos de la pretemporada. - J. Julián Fernández S.
José JuliánJosé Julián7 min lectura
Se acabó la pretemporada para el Betis. Tras cinco semanas y media de trabajo que en la mayoría de días se han desarrollado con dobles sesiones y un total de doce encuentros amistosos, los verdiblancos encaran ya el inicio de la competición oficial, que arrancará para ellos el próximo sábado a las 18:15 horas en el Camp Nou frente al Barça.

Un choque exigente al que los heliopolitanos llegarán con un balance de siete victorias (ante El Palo, la Balompédica Linense, el Middlesbrough, el Fulham, el Werder Bremen, el Sporting de Portugal y la selección de Qatar), tres empates (frente a Everton, Recreativo y Red Bull Leipzig) y dos derrotas (contra Montpellier y Córdoba) que resulta muy positivo en términos estadísticos, pero no en cuanto a sensaciones. Porque el equipo ha ido claramente de más a menos este verano, viendo cómo las cosas se iban complicando a medida que avanzaba el calendario.

De hecho, el equipo ofreció una imagen ilusionante hasta la mitad de la pretemporada. Se ajustó rápido a las exigencias del míster, haciendo suyo ese dibujo de 1-4-3-3 basado en la posesión y la presión adelantada que buscaba hacer que los béticos tuvieran un papel protagónico en cada partido. Los resultados acompañaban y todos los futbolistas iban aportando su granito de arena. Incluso los teóricos suplentes y los canteranos fueron capaces de dar la cara y derrotar a todo un Werder Bremen en el primer partido de la Dresden Cup, que, como se esperaba, comenzó a marcar un antes y un después.

Porque frente al Everton aparecieron los primeros problemas, con una importante fragilidad en el juego aéreo y una falta de fluidez en la medular que lastró las prestaciones ofensivas del equipo. Tanto es así que llegó el primer cambio de sistema, con un 1-4-4-2 que no surtió efecto.

Sí lo hizo, en cambio, en el choque contra el Sporting de Portugal, donde se vio la mejor versión de Rubén Castro y su capacidad para asociarse con Sanabria. Igualmente, el resto de líneas funcionaban y parecía que todo iba por buen camino, aunque las cosas se torcieron definitivamente a partir de ahí.

Contra el Montpellier el equipo no dio la talla, encajando la primera derrota de la pretemporada. Sin ideas ni profundidad, volvió a aparecer esa temblera en defensa que fue tan habitual durante las últimas campañas, sacando a la luz la peor versión de una escuadra de las trece barras que tampoco mejoró en el Colombino. Allí, ante el Córdoba, volvió el 1-4-3-3, aunque con una presión menos adelantada que hizo que se perdiese presencia, dando espacios a un rival que supo ganarle la espalda a los centrales y aprovechar sus fallos. Después, el Recreativo dejó el balón en manos de un Betis que no supo qué hacer con él, incapaz de hincarle el diente a un Decano que se limitó a defenderse con sus líneas muy juntas.

Afortunadamente, el choque frente a la selección de Qatar sirvió para regresar a la senda de la victoria. Los teóricos suplentes tuvieron la posesión y llevaron la iniciativa, aunque volvió a faltar algo más de puntería. Aunque en el último amistoso, contra el Red Bull Leipzig, aparecieron de nuevo las dudas. El equipo se vio desbordado y sólo el acierto de Adán y Rubén pudieron evitar la cuarta derrota estival. Y es que a cinco días del debut liguero aún le queda mucho trabajo por hacer a Poyet.

Análisis de cada demarcación

Portería: Luces y sombras a partes iguales entre los tres palos
A lo largo del verano, Adán ha ido intercalando errores garrafales con intervenciones que han salvado partidos. Le ha fallado acierto en las salidas, pero ha sabido compensarlo con grandes actuaciones como la de la tanda de penaltis frente al Everton o el envite de ayer contra el Red Bull Leipzig. Por su parte, Dani Giménez y Manu Herrera, que pelearán con él por la titularidad, han cumplido cuando han jugado.

La defensa: Rescatando problemas que resultan familiares
Es la línea que más ha empeorado con el paso de los partidos. Los centrales, sobre todo Mandi y Pezzella, han ido mostrando sus carencias en el juego aéreo y los delanteros les han sabido ganar la espalda en numerosas ocasiones. Cierto es que parte de culpa de sus fallos residen en la vocación ofensiva de Piccini y Durmisi, quienes se han prodigado bastante en ataque. El danés ha brillado especialmente en la faceta ofensiva, tanto con sus internadas por banda como con sus precisos centros al área. Igualmente, Álex Martínez ha firmado una pretemporada más que aceptable, así como un Rafa Navarro cuyo salto definitivo al primer equipo depende de lo que decida Torrecilla en los próximos días. En cuanto a José Carlos, su sitio estará en el filial.

La medular: Detalles lastrados por la falta de continuidad
El Betis se mueve al son que marca Ceballos y la pareja formada por Jonas Martin y Felipe Gutiérrez empieza a entenderse, pero aún falta bastante más fluidez en el juego, que sólo tiene verticalidad cuando aparece en escena la velocidad de Musonda, Nahuel o Joaquín. Petros y Fabián cumplen como pivotes defensivos, pero se necesita algo más.

El ataque: Encomendados un año más a la pólvora de Rubén
Desde 2010, el gol responde en Heliópolis a un nombre: Rubén Castro. Y este verano las cosas no han cambiado, ya que el de La Isleta ha acabado como ´pichichi´ estival, con seis dianas. Igualmente, se ha visto que es perfectamente compatible con Sanabria. Mientras, Álex Alegría se ha postulado como alternativa para la titularidad, al tiempo que Zozulia ha dado ya muestras de su carácter peleón.
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