No lo considero mi mejor fichaje, aunque me gustó la humildad que demostró en su rueda de prensa de presentación. Él quería jugar en Primera e, incluso, podría haber aceptado ofertas más importantes de Segunda, pero hemos sabido esperar nuestro momento. Además, creo que está en el lugar idóneo para disfrutar. Con los ejemplos de Rubén Castro y Fran Mérida, que ha dejado el listón muy alto, se demuestra que el Huesca es un buen club para recuperar futbolistas. Lógicamente, tomamos nuestras precauciones. Álvaro se ha lesionado de gravedad las dos rodillas, por lo que, antes de ficharlo, nos cercioramos de que nuestros servicios médicos y los del Betis dijeran que estaba perfectamente", argumentaba ayer en la emisora local de la Cadena Cope Lalo Arántegui, director deportivo del conjunto azulgrana, sobre Vadillo, un nuevo ejemplo de profesional en horas bajas que persigue el relanzamiento en el trampolín que parece instalado definitivamente en El Alcoraz.
Porque ya consiguieron ´resucitar´, amén de los antes mencionados, otros como el meta Andrés Fernández (hoy en el Villarreal, después de que el Oporto lo ´pescara´ de Osasuna), el delantero Borja Bastón (traspasado por el Atlético de Madrid al Swansea por 18 millones de euros, tras brillar con Zaragoza y, sobre todo, Eibar) o el mediocentro Mikel Rico (del Athletic, que lo reclutó una vez que se había salido con un Granada que se lo llevó a ultimísima hora de tierras alto-aragonesas).
Vía abierta
Además, el extremo de Puerto Real se ha convertido ya el séptimo futbolista que ha vestido las camisetas de Huesca y Betis, una cifra que ascenderá hasta ocho en cuanto David López se enfunde la zamarra con el escudo de las trece barras. Previamente, habían dado el salto del feudo azulgrana al Benito Villamarín Molinero, Rubén Castro, Dorado y Dani Pacheco, mientras que hicieron el camino inverso, como ahora Vadillo, Toni Doblas y David Rivas.
Óscar Murillo2 min lectura