Una maldición que ya dura demasiado

El próximo domingo, a partir de las 16:00 horas, el Betis intentará asaltar Mestalla, un estadio donde hace muchísimo que no canta victoria. Concretamente, la friolera de 30 años, tres meses y 12 días, justo el tiempor que ha transcurrido desde aquel 24 de mayo de 1986, cuando la escuadra de las trece barras se impuso por 1-2 al Valencia en la ida de los cuartos de final de la extinta Copa de la Liga. Un choque en el que Gabino y Calderón (éste último, de penalti) remontaron un tanto de Giner para encarrilar la eliminatoria, que se decidió a favor de los verdiblancos apenas tres días después en el Villamarín (vencieron por 2-1).

Además, aquel triunfo no sólo sirvió para que los heliopolitanos avanzasen en un torneo en el que acabaron siendo subcampeones, al perder en la final frente al Barcelona a doble partido (1-0 en La Palmera y 2-0 en el Camp Nou), sino que también permitió certificar la mejor racha del equipo en el coliseo che. No en vano, apenas unos meses antes, el 2 de febrero y en Liga, los por entonces pupilos de Luis del Sol se impusieron allí merced a un 0-2 con goles de Gabino, nuevamente, y Romo. De este modo, el conjunto de La Palmera enlazaba por primera vez en su historia dos victorias consecutivas en territorio valencianista, algo que hoy se ve demasiado lejano en el tiempo.

De hecho, las cosas han cambiado radicalmente desde entonces. Entre todas las competiciones, la escuadra de las trece barras ha visitado Mestalla en 22 ocasiones (21 en Liga y una en Copa), con un balance desolador: cuatro empates y 18 derrotas. Así, los únicos resultados positivos han sido tres igualadas a uno (95/96, 96/97 y 02/03) y el 0-0 de la pasada campaña. No obstante, la inmensa mayoría de los desplazamientos al coliseo che se han saldado con resultados adversos, algunos bastante difíciles de digerir, como el 5-1 de la 98/99, el 5-0 de la 13/14, el 4-0 de la 11/12 o sendos 3-0 tanto en la 88/89 como en la 12/13.

Es más, el balance entre goles anotados y recibidos resulta sangrante. Los heliopolitanos han encajado casi el cuádruple de dianas (49) de las que han anotado en territorio valencianista (13), donde, incluso, se han quedado con las ganas de 'mojar' en sus últimas cuatro visitas. Es más, desde el último tanto verdiblanco allí (obra de Emana de penalti el 30 de noviembre de 2008), el parcial es un incontestable 13-0 en 386 minutos oficiales disputados, a una media de un tanto encajado cada media hora de juego.

Sea como fuere, y pese a que los datos no son nada halagüeños, también hay un detalle que invita al optimismo. El pasado curso fue la primera vez en 22 choques sin que el Valencia perforase la portería bética en Mestalla (desde aquel 0-2 del 2 de febrero de 1986). Un primer paso en busca de derribar una maldición que ya ha durado demasiado.