En
Heliópolis hay muchas esperanzas puestas en que esta temporada sea por fin la de
Dani Ceballos. Tras irrumpir con muchísima fuerza en el primer equipo en el camino hacia el último ascenso, los problemas derivados de la negociación para su renovación lastraron su rendimiento durante el pasado curso, donde le costó demasiado tener continuidad en el once inicial y ofrecer todo el fútbol que atesora en sus botas.
Sea como fuere, al utrerano se le presentaba este curso la oportunidad de redimirse y parecía dispuesto a aprovecharla desde primera hora. De hecho, fue uno de los más destacados en pretemporada, con dos goles y haciendo que el equipo se moviese al ritmo que marcaba.
Poyet le había dado confianza, prometiéndole que no jugaría más en la banda, sino en la media punta. Y él parecía dispuesto a corresponderle con buen juego.
Sin embargo, el inicio de la competición ha frenado en seco al canterano, que, incluso, ha intervenido menos que en el arranque de la 15/16, cuando su futuro estaba en el aire. Entonces, acumuló 77 minutos en las dos primeras jornadas (25 contra el Villarreal y 52 frente al Real Madrid). Ahora, su cuenta se ha parado en los 60 (54 ante el Barça y sólo seis en el duelo con el Deportivo). Ni siquiera la lesión de
Jonas Martin le ha ofrecido continuidad en este
Betis donde está llamado a brillar con luz propia.
Fabián le ha ganado el sitio y no ha desentonado, complicándole aún más las cosas. Incluso, su presencia con la sub 21 en este parón no ha sido fructífera, ya que se quedó sin minutos contra
San Marino y
Suecia. Hasta ahora, siempre había jugado con la 'Rojita', pero las cosas parecen haber cambiado radicalmente, paralizando su despegue definitivo, que se vuelve a retrasar una vez más aunque todavía le sobre tiempo para poder reactivarlo.