El pasado domingo, el estadio de
Mestalla por fin dejó de ser un campo maldito para el
Betis. Treinta años, tres meses y 18 días después, la escuadra de las trece barras por fin acabó con su sequía en el coliseo valencianista, firmando una victoria (2-3) que se le resistía desde aquel lejano 24 de mayo de 1986 (1-2 en el partido de ida de los cuartos de final de la extinta
Copa de la Liga).
Y como consecuencia de este resultado, el feudo de
Primera división en el que lleva más tiempo lleva sin celebrar un triunfo el conjunto verdiblanco pasa a ser, sorprendentemente,
Ipurúa. No en vano, el cuadro heliopolitano no se impone al
Eibar a domicilio desde el 5 de noviembre de 1989 (1-3). Entonces, ambos equipos competían en
Segunda, donde se volvieron
a ver las caras en territorio armero en cuatro ocasiones más (tres empates y una derrota). El curso pasado, se estrenó el historial en
Primera, con un 1-1. En la jornada 13, a finales de noviembre, los pupilos de
Gustavo Poyet tendrán la oportunidad de romper este mal fario.
También resulta curioso que el segundo estadio que más se le resiste al
Betis sea el del
Leganés,
Butarque. Su única victoria allí fue el 16 de abril de 1994 (1-2) y sus dos posteriores desplazamientos a tierras pepineras arrojaron un balance de un empate y una derrota. Para romper esta sequía, los verdiblancos tendrán que esperar a la antepenúltima jornada, a principios del mes de mayo, en el primer duelo en suelo blanquiazul con ambos militando en la máxima categoría.
Igualmente parecen prohibidos para los de
La Palmera coliseos como el
Santiago Bernabéu (desde el 0-1 en Liga del 4 de octubre de 1998),
Anoeta (0-4 en la competición doméstica el 6 de diciembre de 2003) o el
Camp Nou (1-2 en la
Supercopa de
España el 20 de agosto de 2005). Al equipo aún le cabe la posibilidad de redimirse en los dos primeros (fechas 27 y 7), mientras que para lograrlo en el tercero habrá que esperar a la 17/18 o a un posible cruce en
Copa.
José Julián3 min lectura