Opinión

Estrada Fernández, el protagonista inesperado

Estrada Fernández, el protagonista inesperado
- J.Julián Fernández S.
José JuliánJosé Julián2 min lectura
Tiene guasa que después de tanto tiempo esperando un derbi, el protagonista acabe siendo el árbitro. Pero es que la actuación de Estrada Fernández en el Sánchez Pizjuán fue absolutamente lamentable. Principalmente, por el gol legal anulado a Álex Alegría. Ni había fuera de juego del extremeño en el remate final ni de Rubén Castro cuando recibe de Joaquín para asistirle. No existía posición antirreglamentaria ni en directo ni en ninguna de las múltiples perspectivas que ofrecen las repeticiones de una televisión que tardó muy poco en dejar al colegiado con las vergüenzas al aire. Y es que el de Lleida nos privó de vivir 32 minutos finales que, probablemente, habrían sido muy diferentes si el 1-1 hubiese subido al marcador. Aunque eso sólo fue un detalle más que confirmó cómo se vio de superado en el segundo duelo cainita en el que impartía justicia.

Porque sus fallos van mucho más allá. Y prácticamente se hicieron presentes desde el principio. Fue incapaz de establecer un listón claro que sirviese para diferenciar qué era falta y qué no. Eso ayudó a que el encuentro fuese bronco, con continuas interrupciones y sin que ambos equipos fuesen capaces de mostrar su mejor versión. En la misma línea, le faltó criterio a la hora de mostrar las tarjetas. Sólo así se entiende que Nasri no fuese expulsado por doble amarilla tras un pisotón a Felipe Gutiérrez o que Bruno, que arrancó pasado de revoluciones, llegase a la recta final sin cartulinas. Por no hablar de las áreas, donde hubo de todo menos abrazos. Así, no vio las continuas luchas cuerpo a cuerpo entre Pezzella e Iborra o los forcejos entre Petros y Mercado, en las que todos acabaron ´cobrando´ de algún modo. Obviamente, Estrada no fue el único causante del bodrio de anoche, pero casi.
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