Afrontaba hoy el
Betis su segundo amistoso de pretemporada, frente a la Balona, con las buenas sensaciones que dejó la goleada por 0-7 del pasado viernes ante El Palo. Un bolo estival en
Los Barrios en el que el conjunto verdiblanco fue
de menos a más, topándose con un rival peleón que se atrevió a plantarle cara durante la primera mitad -a pesar de que las ocasiones más claras fueran para el
Betis- que sólo acabó sucumbiendo ante la superioridad heliopolitana tras el paso por vestuarios.
Con Durmisi debutando en el lateral izquierdo y un Nahuel con mucha libertad de movimientos desde la banda derecha, las principales ocasiones de peligro heliopolitano llegarían por ese costado durante los primeros 45’, aunque los goles se retrasarían hasta el paso por vestuarios.
Dani Ceballos, que se dejó caer en el área en el 6’ y que minutos después se topó con el arquero Godino, fue uno de los que más lo intentó, gracias, en parte, al peligro que creaba
Nahuel por banda.
Rubén Castro, en el área, se acomodaría el balón a su pierna izquierda para pegarle a un balón que saldría a la derecha de la portería. Sería la Balona, sin embargo, quien acabaría llevando el protagonismo en la primera mitad, con un lanzamiento alto de Molina, primero, y un susto posterior posibilitado por el canterano José Carlos.
Todo cambiaría en la
segunda mitad, cuando se verían los mejores minutos del nuevo
Betis de Gustavo Poyet, en el que la imagen de
Joaquín, con un fútbol muy vertical, y la pegada del canterano
Álex Alegría, máximo anotador verdiblanco de esta pretemporada con cuatro goles, fueron los aspectos más destacados, amén de que la portería verdiblanca sigue a cero tras dos amistosos. Poco tardaría en llegar el primer tanto, asistiendo Joaquín, desde el interior, a Alegría, quien supo revolverse ágilmente en el área para meter el balón entre los tres palos en el minuto 54’. Con cuatro hombres de refresco -Álex Martínez, Joaquín, Narváez y Álex Alegría por Durmisi, Cejudo, Nahuel y Rubén Castro-, el equipo funcionaba diferente, movido, en parte, por el fútbol de un
Joaquín Sánchez que se sentía cómodo jugando por el interior.Con el 0-1,
Poyet volvería a tirar del banquillo, dándole entrada a otros siete hombres con los que modificaría al completo el equipo que saltó de inicio. Un Betis en el que el canterano Álex Martínez llegaría con bastante facilidad hasta el fondo por el carril izquierdo y en el que el colombiano Narváez gozaría de un excelente zapatazo en el 78’. Minutos después de que el de El Puerto de Santa María, quien si no, ampliara el marcador con un auténtico golazo desde la frontal del área que se coló rozando el palo derecho de la Balompédica Linense. Un partido en el que los béticos acabaron con diez por unas molestias físicas de Jonas Martin, quien se retiró faltando unos minutos.