Joaquín Sánchez sabe de sobra que es un auténtico mito para el beticismo. Durante nueve años, la fiel infantería verdiblanca aguardó su regreso, guardando como oro en paño los recuerdos de su anterior etapa en Heliópolis, en la que se ganó un sitio preferencial en el 'Olimpo' de la escuadra de las trece barras a base de calidad, carisma, entrega y éxitos.
Sin embargo, el portuense no quiere vivir del pasado. Sobre todo, después de que la temporada de su retorno a La Palmera no saliese como él esperaba. No en vano, el extremo se mostró irregular durante la 15/16, en la que comenzó ofreciendo un gran rendimiento, pero que se le terminó haciendo muy larga. Ese detalle y los 35 años que figuran en su DNI animaron a algunos a pensar en su jubilación, algo que el '17' se ha encargado de rebatir a lo largo de estas seis primeras jornadas.
Porque aunque se perdió el estreno liguero, frente al Barcelona,
Joaquín ha sido indiscutible para un
Gustavo Poyet que le ha dado la titularidad en los últimos cinco duelos. En ellos, el portuense ha hecho honor a su condición de capitán, demostrando que los años no le pesan, sino que le han convertido en un futbolista más completo.
Ya no tiene ese desborde y verticalidad que llegaron a hacer suspirar a los mejores equipos del mundo, pero sabe compensarlo con grandes dosis de liderazgo y actitud. Además, tira de polivalencia para aportar cosas, moviéndose por ambas bandas, ya sea como extremo o de interior, y también en la media punta, intentando ayudar en la salida de balón. Igualmente, se faja en tareas defensivas, presionando y ofreciéndose en continuas ayudas al resto de sus compañeros.
Pero si en algo está destacando el '17' es de cara a puerta. Lleva dos goles (’mojó’ en Valencia y el viernes ante el Málaga), una cifra que no alcanzaba a estas alturas de Liga desde hace 14 años, cuando tras la sexta jornada de la 02/03 llevaba tres dianas (frente a Deportivo, Barcelona y Sevilla). Además, la importancia de su puntería no ha sido para nada baladí, puesto que ha sido el responsable de la mitad de los ocho puntos que figuran en el casillero verdiblanco. Su tanto en Mestalla valió dos unidades (el resultado sin él hubiese sido de 2-2) y lo mismo ocurrió en la última jornada (hubiese sido un empate a cero sin su puntería).
Y todo ello, en una fase de la temporada en la que el calendario ha puesto a prueba su forma física, con cuatro partidos oficiales en apenas 12 días. A lo largo de éstos, sólo se ha perdido 45 minutos de los 360 que se han disputado, rindiendo a un nivel que, incluso, hizo que Poyet no le diese descanso frente al Málaga. Y es que, como el mismo dijo, puede durar "más que 'Arrayán'".
José Julián4 min lectura