Con el 1-4-3-3 innegociable, Poyet busca ganar en solidez y hacer un juego más vistoso

Real Sociedad-Real Betis: Cambiar sin tocar en una partida de ´Jenga´

Real Sociedad-Real Betis: Cambiar sin tocar en una partida de ´Jenga´
Real Sociedad-Real Betis: Cambiar sin tocar en una partida de ´Jenga´. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 3 min lectura
Necesitaba el Betis una semana así. Con la calma que dan las victorias, con el sosiego que genera dejar de ver enemigos donde nunca los ha habido y con estímulos anímicos tan poderoso como el de saber que el futbolista franquicia, el insaciable Rubén Castro, firmará en los próximos días esa ampliación de su contrato que todos ansiaban.

Así, con ilusiones renovadas y con una dosis extra de autoconfianza viajaron ayer a tierras donostiarras Poyet y los suyos; convencidos de que el partido ante una Real Sociedad que pasa actualmente por una profunda crisis de identidad es una oportunidad perfecta para sacudirse los complejos y mostrar la ambición que hay de puertas adentro y que quizás un exceso de timidez ha coartado hasta ahora. Para ello, el entrenador uruguayo se sabe en la necesidad de realizar un sensacional ejercicio de pulso y de habilidad mental. Como si de una partida de ‘Jenga’ se tratase, Poyet debe tocar lo justo para seguir mejorando el equipo sin que todas las maderas se le vengan abajo y derrumben sus estructuras.

En este complejo tocar sin tocar, el charrúa promete cambios en Anoeta, destinados “a dar equilibrio” y a “hacer un mejor fútbol”. Las primeras modificaciones vienen obligadas por las lesiones de Durmisi y Rafa Navarro, lo que deja a Piccini y al aún inédito Álex Martínez como únicos laterales sanos, y la de Mandi, que sigue de baja y deja a Bruno (por fin a buen nivel ante el Málaga) y a Donk opositando a acompañar a un asentado Pezzella.

Según explicó en sala de prensa, de lo que decida en la zaga dependerá su plan para una medular en el que el 1-4-3-3 es innegociable. A priori, Brasanac es la bisagra ideal para ayudar a Petros a dar equilibrio y colaborar en la creación con un Felipe Gutiérrez al alza.
La alternativa sería repetir una fórmula que dio gran resultado: Joaquín de interior y Musonda en banda; toda vez que la presencia arriba de Rubén Castro y Álex Alegría parece garantizada.

Enfrente, la Real también busca encontrarse consigo misma y parecerse al equipo que goleó a la UD Las Palmas en una versión que sólo ha ofrecido en ese encuentro. Tras una derrota y una pésima imagen en el derbi ante el Eibar, Eusebio saldrá con la intención de presionar arriba y tener el balón para que la tripleta Vela-Willian-Oyarzabal tengan ocasiones de percutir y, así, ganarse otra vez a la grada.

Anoeta es un campo maldito en el que el Betis no gana desde hace 13 años, pero dos décadas más llevaba sin ganar en Valencia y dejó mudo a Mestalla.
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