El penúltimo presidente del
Betis, Juan Carlos Ollero, rompió ayer su silencio con un demoledor artículo, publicado por '
Diario de Sevilla', en el que deja bastante mal a sus sucesores y otrora socios,
Ángel Haro y José Miguel López Catalán, así como a las plataformas. De los primeros dice que propician "un negocio de, por lo menos, 10 millones de euros limpios" para
Ruiz de Lopera y "de siete" para
Luis Oliver, amén de generar "una expectativa de negocio mucho mayor para los que, con esa intención, sin duda, desembolsen los 17 millones necesarios para pagarles y controlar el
Betis".El ingeniero admite que "es necesario acabar con la incertidumbre y los conflictos que atenazan" al club, pero cree que hay "otras formas de hacerlo". Parafraseando a José Rodríguez de la Borbolla, cree que "el
Betis es el lienzo, no el marco; el corazón y las entrañas, no la piel". Y es que, para el melillense, "hasta 1992, nadie había puesto un duro; y, si alguien lo hizo, nunca reclamó nada. En 1992, sí. Entonces, en plena desbandada de presidente y directivos, una multitud ingente de béticos de toda condición acudió a aportar lo que cada uno buenamente pudo", porque, por aquel entonces, "el
Betis era un problema, no un negocio".
El otrora rector de Cajasol deja claro que “ni siquiera los señores
Haro y Catalán, cuando mucho más tarde compraron sus acciones o cuando paguen los 17 millones, habrán ingresado un euro en las arcas del
Betis. Su dinero, o el de vete tú a saber quién, servirá para controlar el
Betis, pero no para comprar a ningún futbolista (...) Cuando, dentro de unos años, vendan el paquete de control de la sociedad y se enriquezcan, lo harán paradójicamente sin haber ingresado un euro al
Betis".Ollero, que explica por qué habla ahora -"no vaya a ser que, cuando pasen los años y el
Betis gane la Champions, teman que he sido tonto o estafador"-, defendió el pacto con Lopera que él auspició, cargando contra ¡Béticos por el Villamarín' y 'Por Nuestro Betis': "Aquel acuerdo era barato, y las cantidades necesarias para sufragarlo habrían estado al alcance de todos los béticos, a 60 euros la acción, y no daba lugar a que tres o cuatro se hagan con el control del
Betis".