"Venía de tres meses sin jugar; no es excusa, pero han sido tres lesiones en cuatro años; espero que todo vaya a mejor"

Felipe Gutiérrez: "No me podía creer que viniera el Betis"

Felipe Gutiérrez: "No me podía creer que viniera el Betis"
Felipe Gutiérrez quiere aprovechar la oportunidad que le da el Betis. - M. H.
Óscar MurilloÓscar Murillo 13 min lectura
El artífice del triunfo en El Sadar no está "muy acostumbrado a las cámaras" y confiesa que le "cuesta un poco el contacto con la prensa y los hinchas", algo que nunca le "llamó la atención". El resto, entrenarse y jugar, sí le apasiona, "pero lo otro, por un tema de personalidad, no de desgana", no se le da bien. De hecho, sale a la calle en Sevilla "con un gorro, para pasar desapercibido", según confesó este lunes en el programa ´Heliópolis´, de Betis Televisión.

- ¿Cómo está el vestuario?
- Obviamente, estamos todos contentos, porque sentíamos que necesitábamos el triunfo. De una u otra forma, veníamos trabajando bien los últimos meses, por lo que pensábamos que habíamos entregado todo por el club. Pero, desafortunadamente, no se dio en los dos partidos anteriores, así que necesitábamos una victoria por todos los esfuerzos del día a día, para demostrar también a la gente que queremos hacerlo mejor. Fuimos a Valencia y jugamos bien. Luego, contra el Sevilla, creo que completamos un muy buen ´Clásico´, aunque perdimos lamentablemente. Estuvimos luego bien contra el Málaga, pero con la Real Sociedad y Real Madrid, no. Esto del fútbol tiene muchos altibajos; nosotros siempre hemos trabajado de la misma forma, por lo que estamos tranquilos, ya que nos entregamos al máximo para que el equipo vaya bien.
- Allí llegó su primer gol como verdiblanco. ¿Qué sintió?
- Todos soñamos con hacer un gol importante en algún momento. Afortunadamente, me tocó esta vez a mí. Pero pudo ser cualquiera de los otros, porque veníamos trabajando muy bien para conseguirlo.
- ¿Está siendo complicada su adaptación a LaLiga?
- No es un cambio grande en mi carrera. Es cierto que venía de una Liga como la holandesa, que no se puede comparar con la española, pero no sé si decir que me ha costado mucho adaptarme, porque he jugado bastante por ahora. Trabajo como lo hice siempre; se van a ir dando las cosas poco a poco. Obviamente, tratas de entregarte al máximo en tu posición por el equipo, tanto en los entrenamientos como en los partidos, y luego, al llegar a casa, analizas tu rendimiento. Pero esto es fútbol, y no siempre sale igual; si no, todos seríamos Messi, me imagino (risas). Que las cosas se acaben dando es cosa del esfuerzo diario.
- Y eso que fue una pretemporada distinta a la del resto.
- El comienzo de la temporada es difícil para todos. Yo venía de tres meses sin jugar. No es una excusa, pero, para los que hemos tenido lesiones, es complejo. Vengo de tres en los últimos cuatro años, la anterior con nueve meses sin jugar. Otras veces, bajas el nivel por otros temas, por cuestiones naturales de rendimiento. Espero que vaya todo a mejor a partir de ahora.
- ¿En qué posición de las que ha jugado se siente mejor?
- La del último partido ya la hacía mucho en Chile cinco años atrás, cuando jugaba en Universidad Católica. En los cuatro primeros años de mi carrera, actué en ese puesto. Cuando llegué a Holanda, intentaron ponerme de extremo, pero no soy muy rápido ni tampoco muy hábil, así que pasé al centro a repartir balones, más como volante, y funcionó bien. El año que jugué en esa posición lo hice todos los partidos a muy buen nivel y quedamos terceros. En las últimas campañas, lo venía haciendo ahí, pero me siento cómodo en los dos: por fuera, en un sistema 1-4-4-2, como jugué el viernes; o con 1-4-3-3, en el
medio.
- ¿Cómo influyó Poyet en su llegada al Betis?
- Me vio en un partido contra Inglaterra en Wembley con Chile. Ese día usamos un 1-4-3-3 y había que tener mucho el balón, con bastante movilidad en el medio. Ganamos 0-2 y jugamos de muy buena manera, porque tuvimos la posesión todo el partido y les dimos un ´baile´. Yo jugué, como digo, por dentro, pero, en el fútbol de hoy en día, no es nada nuevo que haya futbolistas que ocupen dos o tres posiciones distintas. El ´profe´ me llamó cuando yo estaba en Chile para decirme que quería contar conmigo y que deseaba que yo hiciera acá lo mismo que con Chile. La verdad es que tampoco tenía muchas opciones por la lesión, así que, cuando me nombraron el Betis, no me lo podía creer. De estar lesionado y no tener a nada a contar con una gran opción como el Betis... Dije a mis representantes que, si se daba, vendría muy feliz. No estoy muy seguro de por qué se retrasó tanto, pero creo que, por mi lesión, el Betis era algo reacio a comprarme, por lo que pedía un préstamo. Aunque me quedaba un año de contrato en el Twente, así que hubo un poco de discusión. No querían comprar a un jugador lesionado, algo entendible, pero mis agentes lo hicieron bien y llegamos a un acuerdo que nos dejó a todos contentos. Venía con tantas ganas de jugar que ni me dolía ni me molestaba. Así espero seguir haciéndolo.
- Es un jugador muy analista, así que no aterrizó a ciegas, sino que se informó bien.
- Siempre lo hago. Me gusta saber dónde estoy y cómo se han venido haciendo las cosas en los últimos años en el club para tratar de que éste estemos un pelín por encima. Hacemos lo posible para que este Betis supere al del año pasado y consiga cosas importantes. Es todo más o menos como me habían comentado. Estoy muy contento acá con todo lo que implica vivir en esta ciudad y estar en este club.
- Y ya se ha estrenado, incluso, como goleador. ¿Quiso pegarle ahí, con ese efecto?
- Había tenido dos tiros libres antes y los había centrado sin que coincidiera con ninguno de los que subió a rematar. Entonces, miré al entrenador y le dije ´¿Qué hago?´. Era una posición muy complicada, con jugadores por los dos lados (de la trayectoria del balón), así que le dije que la iba a tirar al arco. Me preocupé sólo de pegarle al balón y, afortunadamente, entró. Le pegué con ganas. ¿Barrera mal colocada? Con dos no está mal, ya que, por ejemplo, Adán nos puso a Darko (Brasanac) y a mí en una falta anterior muy parecida. En ese tiro libre, cualquiera lo habría centrado, pero, afortunadamente, entró. Pensé que me quitaba un peso de encima, pero lo celebré con rabia porque creía que no iba a llegar nunca el gol. Pasaban los partidos y veía que no iba a marcar. En general, he tenido pocas ocasiones. De niño sí era muy goleador, porque era delantero, como todos hemos sido, pero después vas tirando para atrás. En Católica el último año antes de ir a Holanda sí hice 9 goles en seis meses, que fue clave para dar el salto a Europa.
- Antes, había salvado otro gol con una parte muy dolorosa.
- Me dio en la zona baja (risas). Pero es cosa de entrenamientos, porque el cuerpo técnico exige eso. La información dice: si el balón pasa, cierra el primer palo; si la pelota sigue en juego, tengo que marcar al que centra. Las cosas no pasan por casualidad en el campo. ¿El que más corrió? No lo sabía, pero, en el fútbol de hoy en día, es fundamental correr. En el primer tiempo, me tocó marcar mucho al ´6´ de Osasuna; luego, subió menos, así que supongo que esos 11 kilómetros y medio vendrían por el deseo puro de ganar.
- Se le considera un ídolo en su país. ¿Le pasará en Heliópolis?
- Sobre todo para los hinchas de Universidad Católica, que me estiman mucho. Ganamos un título en 2010 después de cinco años y, al siguiente, conseguimos la Copa de Chile, perdiendo la Liga en el ´play off´. Creo que me quieren bastante, aunque el hincha chileno en general no tanto. Llevo poco tiempo para saber qué ocurrirá acá, aunque este fin de semana, tras el gol, he recibido mucho cariño; es lógico. Me pasó en Holanda con un aficionado chileno que fue a verme, porque, cuando los chilenos nos vemos fuera de nuestro país, somos muy acogedores. Le conseguí una entrada y conversamos después. Aunque ya digo que no me gustan mucho las entrevistas y el contacto con los hinchas.
- En el vestuario hay una Copa América particular. ¿Muchos piques?
- Tenemos todos una muy buena relación, especialmente con los argentinos y Sanabria. Con eso de que hablamos un poco diferente y nos entendemos mejor, nos llevamos genial. Lo de Tonny ha sido una pena, porque ha sufrido muchas lesiones en poco tiempo. Como amigo y compañero, hablamos mucho con él para subirle el ánimo. Ahora, por suerte, le tocó volver. Sentimos todo el equipo que es un jugador importante. Él lo percibe, y es algo positivo. Contra el Barcelona ya hizo un muy buen partido, aguantando muy bien la pelota. El otro día volvió bien, pero no me sorprende, porque es un gran futbolista.
- ¿Cómo fueron sus inicios?
- Empecé a jugar con 14 años en el Everton de Viña del Mar y, a los 16, pasé a Universidad Católica, que es donde debuté en Primera. Me abrieron las puertas para ser futbolista profesional, tras sentirme donde empecé poco respaldado.
- ¿Quién es Alfonso Garcés?
- Don Alfonso. Un crack. Una figura fundamental para que fuera a la UC. Estuvo dos años insistiendo, siendo luego clave para que allí me acogieran tan bien y me dieran alimentación, estudios, un lugar donde vivir... Lo sigo estimando mucho.
- ¿Ganará títulos aquí?
- Todo jugador tiene siempre esa ilusión. Hay que trabajar mucho. Vine con la idea de que mi paso por este club no sea en vano. Deseo cumplir el objetivo de la entidad, que es quedar entre los nueve primeros, y clasificarnos para Europa, el sueño de todos.
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