Con la cúpula directiva y deportiva en Córdoba negociando para elegir al nuevo entrenador del
Real Betis Balompié, a la espera de destituir a un
Gustavo Poyet que ayer se encontraba en Inglaterra con permiso del club, el parón liguero de este fin de semana presenta un horizonte nuevo en Heliópolis, donde muchos gozarán de una ocasión pintiparada para ‘resetear’ la temporada y comenzar de nuevo después de no haberla empezado con buen pie con el técnico charrúa en el banquillo verdiblanco. Casos como el de
Rubén Castro; máximo goleador histórico del conjunto de las trece barras que, con
Poyet en el banquillo, ha perdido protagonismo a la vez que pegada; habiendo vivido en un eterno debate sobre su posición idónea en el campo. Un tira y afloja que ha llevado al delantero canario de la banda al banquillo en más ocasiones de las que el
Betis lo hubiera necesitado, siendo su posición natural lo más cerca del área rival.
Misma suerte ha corrido en este inicio de campaña el canterano
Dani Ceballos, quien ha perdido toda la notoriedad que se le esperaba a pesar de ser hoy día el principal activo del que dispone el conjunto verdiblanco; una falta de minutos que, lógicamente, ha devaluado su precio.
Idéntica situación es la que vive
Musonda, quien se encuentra en Londres recuperándose de unas molestias junto a los galenos del
Chelsea. Un futbolista, Musonda, que ante los ojos de
Poyet necesitaba algo más de experiencia y jugaba demasiado acelerado, de ahí que se convirtiera en carne de banquillo para el de Montevideo tras haber supuesto un revulsivo en el tramo final de la temporada pasada. Por su parte,
Bruno, quien ya ha manifestado su interés por salir en enero si sigue sin contar con minutos, podría contar también con una nueva oportunidad que le devuelva sus galones sobre el césped. Es decir, un 'reseteo' en Heliópolis.