Gustavo Poyet ya es historia del Betis. El técnico uruguayo ha durado 11 jornadas en el banquillo heliopolitano y detrás de sí deja varias polémicas. Su relación con la grada del BenitoVillamarín no ha sido la mejor y ahora, desde la lejanía, tras conocer ayer que no seguirá dirigiendo la plantilla verdiblanca, Poyet ha roto su silencio.
"Se hizo muy difícil todo desde el inicio, la gente estaba muy dividida. Noté que mucha gente es muy negativa y sólo ha mirado lo negativo", ha dicho el técnico uruguayo a la redacción de Deportes Cuatro, que hoy mismo ha publicado ese mensaje.
Pese a todo, el charrúa asegura irse con la conciencia limpia. "Estoy muy tranquilo, aprendí mucho y el futuro dirá quién tiene razón", ha espetado.