Ha acumulado tantas deudas el Betis en los últimos meses con su afición que
sólo a base de victorias puede compensar ese saldo negativo. Por eso cada partido en casa es una oportunidad para la redención, aunque sea temporal, y ése es el sabor que busca el equipo de Víctor en
esta Copa que siempre ilusiona.
Más allá de un formato siempre mejorable es la competición que ofrece el camino más corto hacia un título. Nueve partidos para alcanzar la gloria, si bien es pronto para mirar más allá de este Deportivo cuya situación liguera es más acuciante que la del Betis. Los coruñeses, que
aún no han ganado fuera de casa, se presentan como víctima propicia para mantener el buen clima que se ha instalado desde la llegada de Víctor al banquillo pese al último tropiezo en Eibar. También para avanzar en una competición en la que los verdiblancos sólo han llegado a cuartos una vez en la última década. Con todo, haría mal el Betis en afrontar el duelo sin la intensidad que demanda, con el peligro de traspasar la delgada línea que en Heliópolis hay entre la paciencia y el hastío. Un segundo resultado negativo puede prender la mecha del descontento en el comienzo de esta serie de tres encuentros seguidos como local. Víctor, que se estrenó con nota ante Las Palmas, tiene la oportunidad de seguir ganando crédito entre la opinión pública y en un grupo que ha acogido de buen grado su método.
Para mantener ese ambiente, el técnico repartirá hoy protagonismo entre los que menos han tenido desde su llegada. Eso puede implicar también
un cambio en el 5-3-2 que ha utilizado en sus dos encuentros al mando del timón heliopolitano. El primer cambio llegaría en la portería, con recompensa para el paciente
Dani Giménez.
Rafa Navarro reclamará la cuota canterana en el lateral derecho en pugna con Cejudo en lo que puede ser un ensayo para el próximo compromiso liguero
sin Piccini. En la izquierda, turno para que Durmisi, sin minutos con el nuevo entrenador, reivindique un puesto en el once, mientras que en el eje
Pezzella, Mandi y Bruno se reparten los dos puestos.
Musonda es otro de los que tiene que derribar la puerta para hacerse sitio, al igual que
Brasanac, Jonas Martin y Felipe, tres de los fichajes del pasado verano, que completarían un centro del campo con perfil asimétrico, con el chileno dejando sitio a las subidas de
Durmisi. Arriba,
descanso para Rubén y oportunidad para que Sanabria estrene su cuenta goleadora y para que
Alegría debute a las órdenes del preparador madrileño.
También
Garitano revolucionará el once con jugadores que apenas cuentan en este Deportivo deprimido que también persigue un sorbo de ánimo.