El análisis del Betis-Dépor

Pragmatismo para asentarse

Pragmatismo para asentarse
Intensidad y cohesión en la zaga. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 2 min lectura
Víctor no negocia con su idea, ni siquiera ante la intimidación de la derrota. Forma sus equipos a partir de un armazón defensivo consistente, con una línea de cinco atrás y un trivote en la zona ancha con la consigna de colaborar en la resta pero también con cierta vocación creativa para no renunciar al balón. Una filosofía que desarrolló de nuevo ante el Deportivo como muestra de que no le pesa la presión, con una zaga muy poblada en la que los carrileros, Piccini y Durmisi, disponían de licencia para recorrer su banda, en lo que se erigió en la vía principal en ataque, sobre todo por el lado del danés, por el que llegó el tanto verdiblanco merced a un cabezazo de Sanabria. Porque el Betis casi nunca se sintió cómodo en estático, perjudicado por la falta de fluidez en la circulación por el centro, solo desatascada cuando Jonas y Felipe se encontraban, que era en pocas ocasiones, con la consecuente ausencia de conexión con la dupla arriba, muy aislada.

Este déficit le alejó demasiados minutos del balón, lo que evidenció carencias en la contención que facilitaron la posesión de un Depor extremadamente limitado pero que los béticos compensaron con sobriedad en la retaguardia, con Donk como cerrojo. Es lo primero que buscaba Víctor, una firmeza atrás que le permitió no pasar demasiados apuros más allá de disparos lejanos y preservar la ventaja adquirida en una de las contadas llegadas. Pragmatismo necesario para adquirir confianza y consolidar una propuesta puesta ayer en marcha con futbolistas menos habituales que, sin brillar, no desentonaron en la oportunidad copera.
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