El grito de Dani Ceballos resuena alto y claro

El grito de Dani Ceballos resuena alto y claro
Gesto de rabia de Dani Ceballos en el partido ante el Celta que luego utilizó en su perfil Twitter. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura
Era descabellado que, en un equipo tan falto de talento, semana tras semana viera los partidos desde el banquillo o, lo que es peor, sentado en la grada. En los mentideros futbolísticos, de forma infundada o no, circulaban rumores sobre su falta de compromiso en los entrenamientos, desmentidos después por el protagonista, al que otras fuentes ven paradójicamente mucho más centrado e implicado desde que hace unos meses cambiara su situación personal.

Dani Ceballos, tras unos meses de silencio, lo rompió en los medios oficiales hace dos semanas, aunque lleva desde que aterrizó Víctor Sánchez del Amo hablando en el campo. Cada vez más alto y más claro. Porque el utrerano no se ha quitado el mono de trabajo que se enfundó ante Las Palmas por necesidades del guion, si bien ya lo empieza a combinar con chaqueta y pajarita, un atuendo al que está mucho más acostumbrado. Y es que las estadísticas no mienten: el '10' sigue dejándolo todo sobre el terreno de juego, pero su aportación en la faceta creativa se ha disparado respecto a su 'rentrée'.

Si el canterano ya fue el segundo bético (y tercero del partido) que más distancia recorrió en total contra los insulares y en Ipurúa desbancó al mismísimo Petros (sólo superado por el armero Fran Rico), nadie en su equipo o en el Celta superaba sus 10,83 kilómetros, cifras enriquecidas en su mejor actuación del curso con un 100% de acierto en las recuperaciones de balón procuradas (5 de 5, sólo por detrás del 7 de 7 protagonizado por Donk) y en los regates intentados (2). Además, tuvieron que pararlo, como a Petros, con muchas faltas: cuatro, por encima del resto de compañeros y enemigos.

Sin embargo, Ceballos lució encima en su faceta más natural, como demuestra su 84,44% de éxito en el pase (38 de 45, seis de ellos en largo), un listón que nadie alcanzó en verdiblanco. Pero todavía más notoria resultaría su aportación en campo contrario, ya que el mediapunta copó el primer puesto del ranking de pases en el tercio superior del rectángulo de juego, con 23 logrados de 29 intentados en total.

Especialmente prolífica fue su asociación con Durmisi, otra de las buenas noticias ante el Celta. De hecho, únicamente la combinación Marcelo Díaz-'Tucu' Hernández (14) superó las trece ocasiones en que conectaron el utrerano y el danés, que percutieron continuamente por el sector izquierdo del ataque heliopolitano. Una tesitura que invita al optimismo, puesto que si el '10' reaparecía hace tres semanas, el carrilero lo hacía en esta última, prácticamente mes y medio después de su última intervención liguera (ante el Real Madrid), si bien ya había descollado el martes pasado en Copa del Rey ante el Deportivo.

A propósito del despertar de Dani Ceballos, las estadísticas son también elocuentes. Porque, en tan sólo tres encuentros, el timón bético acumula ya más minutos que en los once anteriores con Gustavo Poyet en el banquillo, ese entrenador que se llenaba la boca en verano con la importancia en sus planes que tendría el de Utrera, al que pedía más presencia en el área rival y una decena de tantos.

Así las cosas, el mediocampista suma con Víctor SDA 263 de los 270 minutos posibles, lo que equivale al 97,4%, al tiempo que con el míster uruguayo sólo había participado en 202 minutos, un 20,4% de los 990 que habrían supuesto el pleno. Por tanto, y hasta que se demuestre lo contrario, el preparador madrileño está cumpliendo lo que le prometió a Ceballos nada más aterrizar durante una conversación privada que desvelaba el medio creativo en su última entrevista. El resto depende de él.
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