Betis-Athletic: Otro saltito más en busca de estabilidad

El Benito Villamarín escuchará hoy la llamada de la selva, que pondrá en práctica la inexorable ley del más fuerte en una pelea entre los feroces lobos que cría Víctor Sánchez del Amo y los leones de Ernesto Valverde, tan conjuntados que atacan ya de memoria. Será una batalla entre manadas, aspecto que debe dar ventaja a un Betis al que el hecho de jugar con el apoyo de 45.000 gargantas rotas ya no le resulta tan incómodo como le parecía a Poyet. No en vano, seguir ganando solidez en casa se ha convertido en el principal argumento del técnico madrileño para poder seguir dando saltitos en busca de una estabilidad perseguida sin éxito desde hace años. Ya se siente cómodo en Heliópolis y eso es el primer paso. El segundo debe ser ganar dos choques seguidos, algo que se resiste este curso.

Las victorias frente a la U.D. Las Palmas (2-0) y el Depor (1-0) y el reciente empate ante el Celta (3-3) hacen que Víctor aún no conozca la derrota en el coliseo de La Palmera; racha opuesta a la que presentan los vascos a domicilio, pues encadenan ya cuatro visitas seguidas volviendo de vacío a tierras vizcaínas.

Ése es el dato más positivo en la previa. El más negativo, al margen de lo bien que se le da últimamente a los rojiblancos puntuar en Heliópolis, es que en la manada verdiblanca no estará esta vez el que más muerde en el centro del campo: un Petros que es líder de su equipo en recuperaciones y cuyo carácter, además de para disimular sus carencias con balón, sirve para contagiar a todos sus compañeros, como sucedió el domingo.

El sustituto del brasileño es una de las grandes incógnitas del once al que Víctor da forma a puerta cerrada. Brasanac, del que le gusta su buen toque en el balón parado y un perfil defensivo pero asociativo, parte con más opciones que Felipe o Jonas.

Menos probable resulta la opción de Joaquín como interior junto a Ceballos y Donk de pivote. El portuense es otra de las dudas. Máximo asistente del equipo con cuatro servicios, el entrenador sabe que su incidencia en el juego es decisiva, pero aún no le ha encontrado hueco en su dibujo (1-5-3-2) y, si decide alinearle como titular, será arriba junto a Rubén Castro y en detrimento de un Sanabria al alza.

Los regresos de Piccini, una vez cumplida su sanción y disipadas sus molestias, y de Mandi (con opciones de que José Carlos repita) completarían el once.

Enfrente, tendrá a un Athletic que llega pendiente del estado de Aritz Aduriz, que está entre algodones. El resto del equipo llegará descansado, ya que el 'Txingurri' rotó el jueves y puso en Viena a un equipo plagado de suplentes, pensando en un Betis al que espera agresivo sin balón y rápido en ataque.

Desde luego, el juego directo y la rentabilidad que sacan los vascos a los centros al área y las segundas jugadas será un buen molde para evaluar la mejoría defensiva que busca el Betis.