En las últimas temporadas, en el
Real Betis hay dos nombres que suenan más que ningún otro. Uno de ellos es el de
Rubén Castro, pues con sus goles se ha convertido en un futbolista vital desde que llegara a la disciplina heliopolitana en el mercado estival de 2010. El otro arribó en la ventana de transferencias invernal de la 2013/2014, haciéndose fuerte en la puerta:
Antonio Adán. El arquero mejoreño cada vez es más importante para la escuadra de las trece barras, siendo titular indiscutible con todos los entrenadores que se han sentado en el banquillo verdiblanco después de su infructuosa etapa en el
Cagliari italiano.
Desde que se instalara en la ciudad hispalense, el
canterano madridista ha visto cómo su rendimiento ha ido aumentando curso por curso, consiguiendo números al alcance de muy pocos. Ya con 2016 tocando a su fin, se puede decir, con estadísticas, que el de Mejorada del Campo es el portero que más paradas ha realizado en año natural. Con un total de
136 intervenciones, el guardameta bético es quien más ha parado en esta Liga, un dato que habla de lo importante que es para un equipo que está intentando fortalecerse desde atrás con la llegada de
Víctor Sánchez del Amo, quien está procurando proteger todo lo posible a su portero de las distintas acometidas que recibe en los diferentes encuentros de Primera.
Además, el ‘13’ bético, en lo que va de temporada, es uno de los pocos que lo ha jugado todo en Liga, 1.440 minutos, al igual que otros porteros como Ochoa, Rulli, Pacheco y Asenjo.
Adán, a pesar del interés de clubes de Francia, Inglaterra o el Atlético de Madrid, siempre ha referido su deseo de continuar en el Benito Villamarín, por lo que espera la llamada de
Miguel Torrecilla para ver compensado su enorme rendimiento.