Análisis

Involución de la marca Víctor

Involución de la marca Víctor
El Betis sufrió una derrota humillante. - Álvaro Palomo (@apalomoED)
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 2 min lectura
Víctor ha buscado desde el primer momento construir un Betis sólido desde atrás, un bloque férreo que aburra al rival por su hermetismo, y poco a poco se aproximaba a su objetivo, con firmeza en la contención y una defensa cada vez más segura. Le restaba completar el proceso con una mayor efectividad arriba, pero ayer los verdiblancos experimentaron un preocupante retroceso en su evolución ante un Granada muy limitado pero que sabe aceptar los regalos, con una vuelta al pasado reflejada en su inconsistencia defensiva y desbarajuste táctico. Porque la debacle parte de errores puntuales en la salida, de Álex Alegría y de Mandi, pero fue el resultado de un problema más profundo, prácticamente integral.


Primero de naturaleza táctica, pues el Granada le superó posicionalmente desde el principio y le bastó con minimizar los espacios para ahogar las posesiones de un Betis sin apoyos en la circulación y que añoró a Ceballos. Rubén Pardo no encontró socios y una pérdida del punta extremeño evidenció la descomposición de los heliopolitanos, lentos en el repliegue y con basculaciones deficientes. Cada vez que recuperaban, los nazaríes generaban superioridades con facilidad por la ausencia de coberturas y una descolocación agravada por una intensidad discutible. Un esperpento en el que Carcela-González hizo y deshizo a su antojo, propiciando un 3-0 a la media hora.

Víctor, con su plan hundido, cambió a un 4-3-3 que supuso más riesgos a la contra que mejoría sustancial en el equipo, sin ideas ni confianza, ni ímpetu para arreglar el desastre.



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