Al igual que ocurriera el pasado lunes, cuando el delantero ucraniano
Roman Zozulya comenzó la semana trabajando en solitario, el ariete volvió a ejercitarse ayer al margen del resto del grupo. Todo lo contrario que ocurriera la semana anterior, cuando pudo verse en ciertas sesiones a
Zozulya ejercitándose como uno más a las órdenes de
Víctor Sánchez del Amo. De hecho, ayer, el ariete trabajo junto a los lesionados José Carlos y Rafa Navarro, en su intención de no perder el físico. Un cambio de estrategia al respecto que tiene que ver con una medida de protección, tanto por parte del club verdiblanco, con el que Zozulya tiene contrato hasta 2019 (aunque legalmente hoy por hoy pertenece al
Rayo Vallecano hasta el próximo 30 de junio), como del entorno del futbolista.
El motivo no es otro que evitar el riesgo de posibles golpes o lesiones ante la más que posible solución que tanto el
Betis, el Rayo Vallecano como el jugador, a través de sus agentes,
encontrarán en el Dnipro una vez que el club de origen del futbolista solucione con la Federación de Fútbol de Ucrania los problemas de impagos que a día de hoy le impide inscribir futbolistas pese a estar el mercado abierto, algo que será así hasta el próximo 2 de marzo.
La única solución al problema, hoy por hoy, es la salida del jugador al conjunto de Dnipropetrovsk, algo que tendrá que producirse con la mayor brevedad posible, teniendo en cuenta que el cierre del mercado en Ucrania está ya al caer. De no conseguirse una solución en dicha vía, al ucraniano no le quedaría otra que permanecer hasta el final de temporada en Heliópolis, aunque sin ficha, o lanzarse a la aventura en Vallecas, a pesar del miedo a que su seguridad esté en entredicho.