No es su peor racha, ni mucho menos, pero lo cierto es que su sequía goleadora empieza a preocupar, y bastante, en el Betis, sobre todo a su entrenador,
Víctor Sánchez del Amo, aunque en la previa del encuentro ante el Sevilla defendiera lo contrario.
Anda con la mosca detrás de la oreja el madrileño, al que no se le escapa un dato:
las dos últimas grandes sequías del delantero canario han acabado curiosamente con la destitución del entrenador de turno. Sucedió la pasada temporada.
Pepe Mel dejó el banquillo verdiblanco el 11 de enero tras un empate a cero en Villarreal. Era el séptimo partido sin marcar de Rubén, que llegó a acumular ocho encuentros sin gol (Celta, Las Palmas, Sevilla, Barcelona, Eibar, Getafe, Villarreal y Real Madrid). Ya este curso, en la primera vuelta, el ‘24’ superó esa cifra, llegando a los nueve encuentros sin ver portería (Granada, Sevilla, Málaga, Real Sociedad, Real Madrid, Osasuna, Espanyol, Villarreal y Las Palmas), lo que se traduce en su peor racha como verdiblanco y que acabó con
Gustavo Poyet destituido.
Con el derbi, ya son seis los encuentros en los que el ‘24’ no ve portería y su equipo lo nota. La imagen ofrecida en los últimos encuentros, especialmente en Granada (4-1) y ante el Sevilla en la segunda mitad, ha dejado muy tocados a los heliopolitanos, que parecen haber perdido la solidez que aportó Víctor Sánchez del Amo a su llegada. La pregunta es si Víctor será capaz de acabar con esa dinámica.