Aïssa Mandi figura, junto a
Brasanac o Sanabria, en ese grupo de jugadores a los que se refería
Miguel Torrecilla cuando hablaba de una evolución positiva que hace pensar que su rendimiento futuro ya en el corto plazo reportará muchas alegrías al beticismo.
Al franco-argelino l
e ha costado superar el proceso de adaptación que supone saltar del campeonato francés al español y aún acusa algunas debilidades, sobre todo en el plano de la concentración defensiva, pero su paso al frente en los últimos partidos es evidente. Después de
tocar fondo contra el Granada -casi como el resto del equipo- cuando incluso corrió el riesgo de perder el puesto en favor de
Bruno, el ex del
Stade Reims ha sabido recomponer la figura, apretar los dientes y comenzar a rendir.
Contra
Osasuna cuajó uno de sus partidos más completos. Las estadísticas del choque así lo reflejan. Es un central al que el Betis ficha sobre todo por su buen trato de balón y lo está demostrando en los últimos choques. Ante los rojillos fue un pase suyo el que permitió a
Rafa Navarro plantarse ante
Sirigu y abrir el marcador. Su acierto en el pase
rozó la perfección, al completar
65 de las 69 entregas que intentó, con un 94,2 por ciento de acierto.
En el plano físico también fue uno de los destacados pues fue el que alcanzó la
velocidad punta más alta con 30 Km/h y el cuarto de todo el partido (
tercero del Betis tras Ceballos y Brasanac) que más kilómetros recorrió, con 11,6. En labores defensivas
contribuyó a dejar la puerta a cero con tres robos de balón y tres despejes.