Dedicado en cuerpo y alma al fútbol, Víctor Sánchez del Amo presume también de ser un apasionado de otro deporte, el de la bicicleta, deporte que practica desde pequeño, cuando con sus amigos en las calles emulaba a todos los grandes deportistas que veía por la tele, Indurain entre ellos.
Desde entonces, las dos ruedas se han convertido en un compañero de viaje del entrenador del Real Betis, aunque durante su etapa como profesional no pudiera practicar tanto como le hubiese gustado por temor a sufrir alguna lesión. Ahora, aprovechando su popularidad, ha unido ciclismo y solidaridad para apoyar la lucha contra la leucemia infantil en un espacio dirigido por el exciclista Luis Pasamonte.
En él, pedaleó para recaudar fondos para la asociación 'Uno entre cien mil', durante un reportaje en el que, además de demostrar sus amplios conocimientos sobre el deporte de la bicicleta, hizo una leve referencia a su trabajo como entrenador, comparando la gestión de las carreras entre ciclistas principales y gregarios con el que él hace con titulares y suplentes. "Creo que es una de las mayores dificultades del entrenador, una de las responsabilidades. En el fútbol hay once jugadores etiquetados como titulares, pero tienes hasta 25 fichas, más de la mitad no tiene esa etiqueta de titular que es a la que se le da importancia, y ese trabajo para que los 25 tengan ese sentimiento de pertenencia a los éxitos y a los fracasos es trabajo del entrenador. Porque sólo dando el máximo de todo el grupo se consiguen los objetivos. Si se desengancha uno, se cae el equipo", opinó.
Isabel Morales2 min lectura